Reseña: Una vida propia y Amanecer contigo

Linda Howard · R. Contemporáneo · Harlequín

Soy seguidora de Linda Howard desde hace años. Sin duda, es una autora que sabe diferenciarse en lo concerniente a sus protagonistas masculinos, quienes, para bien o para mal, no dejan indiferente a nadie. Harlequín es uno de los sellos románticos por excelencia, en el que algunas hemos evolucionado como lectoras. Sabemos que, por lo general, son historias sencillas, llenas de tópicos, amables y de sonrisa fácil, y es justo esto lo que buscaba cuando me sumergí en la lectura de estas dos historias cortas, Una vida propia y Amanecer contigo. El resultado final ha sido satisfactorio, pasé un domingo realmente agradable, sumergida en dos historias que sabían lo que podían aportarme: un buen rato.

Una vida propia

Sallie se preguntaba si Rhy la reconocería después de siete años. Había perdido peso, se había vuelto más segura y había conseguido hacer carrera como reportera de una importante revista. Después de tanto tiempo, ¿reconocería

Rhy Baines, el nuevo editor, a su esposa? Sallie Jerome, la señora Baines, había reconstruido sus sueños tras la marcha de Rhy. Se había convertido en la mujer independiente y serena que él siempre había deseado que fuera. Pero ahora era ella la que no estaba interesada en él... ¿O sí?

De las dos historias, Una vida propia ha sido la que menos me ha gustado. La baza de los reencuentros siempre me parece atractiva, lo mismo que los protagonistas de carácter, pero creo que a la autora se le ha ido un poco la mano con Rhy. Me ha resultado demasiado manipulador y dominante, injusto en muchas ocasiones. Obviamente, que la novela fuera escrita a mediados de los ochenta, lo mismo que Amanecer contigo, tiene mucho que ver, pero igualmente es algo que llama mucho la atención.

En Una vida propia conocemos la historia de un matrimonio que lleva siete años separado. Sallie ha pasado de ser una apocada jovencita, temerosa y dependiente, a convertirse en una gran reportera, segura de sí misma e independiente. Pero esta fachada comienza a resquebrajarse cuando la revista para la que trabaja contrata un nuevo editor jefe, Rhy, que vuelve a su vida inesperadamente. Él quiere recuperar a su esposa y hará lo que sea para alcanzar su objetivo, mientras que Sallie deberá decidir qué es lo quiere, si dejarse arrastrar por lo que siente o seguir siendo la mujer en la que se ha convertido.

La relación de esta pareja está muy marcada por su pasado y por el fuerte carácter de Rhy. Siete años atrás, Sallie estaba en una situación complicada, se sentía vulnerable y desamparada, y Rhy llegó en el momento adecuado. Finalmente, su relación no cuajó, él tenía demasiado carácter, era muy desapegado y su trabajo se interponía entre ellos, pero ahora las cosas pueden ser distintas; él, a pesar de su carácter desea una segunda oportunidad y, aunque Sallie no es tan fuerte como quiere hacernos creer, tampoco es la joven desesperada del pasado.

La novela se lee bien, de una sola sentada y sin dificultades. Se busca y se logra el entretenimiento del lector, que a pesar de los peros, disfruta de la historia.

Amanecer contigo

El accidente que despojó temporalmente a Blake Remington de la capacidad de andar le arrebató también el deseo de vivir. Hacía falta una mujer cuya alma estuviera tan paralizada como el cuerpo de Blake para devolverle el gusto por la vida. Dione Kelley era su última oportunidad. Ella lo sabía, y era consciente del reto que representaba su caso.

Pero lo que no sabía era que, al curar al hombre destrozado en el que Blake se había convertido, al ayudarlo a redescubrir su fortaleza, dejaría al descubierto sus dolorosas debilidades y empezaría a sanar de sus propias heridas.

¡Cómo he disfrutado de esta novela! Es tópica, sí, pero también preciosa, reconfortante, cálida, amable y tierna. Amanecer contigo ha superado con mucho mis expectativas, me ha hecho disfrutar y me ha dado verdadera pena dejar a Blake y Dione.

El cuñado de Blake sabe que no le queda más de un año de vida si sigue como hasta ahora, es decir, sin salir de casa, sin comer, sin ejercitarse, sin preocuparse por nada, permaneciendo ajeno a la vida en general. Por eso acude a la desesperada a Dione, una reputada fisioterapeuta capaz de obrar milagros; y ella, pese a la larga lista de espera, le da prioridad y se hace cargo de su caso. Y aquí es donde empiezan la magia y, sobre todo, la lucha. Blake está muy débil y su comportamiento no ayuda en nada, se niega a seguir viviendo (ha dejado de ser el hombre activo y temerario que era), no quiere permanecer en una silla de ruedas, pero no cree en su recuperación. Dione le hará creer que volver a caminar es posible, y a base de esfuerzo, peleas y pequeños pulsos, este tándem alcanzará el éxito y descubrirá el amor.

A pesar de ser una novela corta, Linda Howard lo ha hecho de maravilla. Ha dado ritmo a la historia, pero no se ha precipitado, ha construido dos buenos personajes y nos los ha descrito muy bien y la trama resulta completa y equilibrada, teniendo peso tanto la recuperación de Blake como la parte amorosa. La parte romántica es cálida y reconfortante, los sentimientos surgen de forma pausada y natural, y el carácter de Blake, pícaro y cascarrabias, me ha parecido chispeante y adecuado. Y Dione no se queda atrás, me han gustado su voluntad, lealtad y fortaleza, todo ello envuelto en  dulzura e inocencia.

Sin duda, os recomiendo la lectura de Amanecer contigo, es una de esas novelas sencillas y tópicas que, aún así, sorprende y transmite mucho. Os va a durar un suspiro, pero os va a dejar con muy buen sabor de boca, sabiendo que habéis disfrutado de un romance tierno, cálido, tranquilo y agradable.