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Reseña: Latidos de una bala

30 enero 2014

Latidos de una bala
Autora: Alexandra Manzanares Pérez      Género: Juvenil
Editorial: Éride                                         ISBN: 978-84-15883-76-0
Unas vacaciones. Nápoles (Italia). Y Romeo Leone, un joven mafioso oscuro, frío y peligroso, perteneciente a Los Salvatore, una de las dos familias que manejan la ciudad a su antojo, bajo una tela de araña de corrupción y muerte. La vida de Romeo, hasta ahora dominada por las armas, los chantajes y las persecuciones, pasará a un segundo plano cuando se inmiscuya en su camino Berta, una estudiante universitaria española, que hará que su propia vida, regida hasta ese momento por el control y el poder, se convierta en una red donde los sentimientos hagan de él un ser inseguro y vulnerable.
Latidos de una bala parte de una premisa que a mí me suele gustar a pesar de no ser original: chico malo conoce a chica buena y se enamoran. ¿Qué pasa después? Aunque muchas veces me queje de la falta de originalidad de algunas novelas, lo cierto es que hay tópicos que siempre me atraen, y el de los polos opuestos es uno de ellos. Afortunadamente, la autora no se ha ido por el camino más sencillo, no nos ha dado un amor a primera vista, ni una protagonista insufrible que bebe los vientos por un malote que cambia de la noche a la mañana.

Romeo pertenece a la mafia.  El alcohol, las drogas, la violencia, el robo, el sexo fácil, la adrenalina y el peligro forman parte inherente de su día a día. Vive al borde del abismo, consciente de que cada día puede ser el último. En el extremo opuesto está Berta, una joven estudiante española que decide ir a pasar unas vacaciones a Nápoles con sus amigas. Ella es tan normal como cualquier otra joven, es una romántica en silencio, tiene carácter y desprecia desde el primer momento a Romeo, no solo por su actitud (el chico es bastante egocéntrico y engreído), sino por la clase de vida que lleva. Y aunque lo suyo no es amor a primera vista, ni siquiera atracción, después del primer encuentro, completamente accidental, se suceden varios más que cambiaran las cosas entre esta pareja dan distinta.

Berta y Romeo son personajes bien definidos. Ella a veces es demasiado seria y responsable, lo que le ayuda a no caer rendida ante las tonterías de Romeo, pero es también fuerte y valiente, para nada fría, aunque tiene una escala de valores y prioridades que definirán su historia. En cuanto a Romeo, al principio no cae demasiado bien, pero a medida que pasas páginas le empiezas a calar y te das cuenta que detrás de esa coraza de mafioso se esconde un chico que ha tomado malas decisiones, pero que también lo ha tenido difícil. Ninguno de ellos es perfecto, pero ambos demuestran personalidad y carácter. En cuanto a los secundarios, no me han gustado demasiado, quizá porque están brevemente definidos y me han parecido demasiado tópicos.

La historia de amor entre los protagonistas debe enfrentarse a numerosos obstáculos: la personalidad y profesión de Romeo, la oposición de las amigas de Berta, los miedos y reticencias de esta última… A la par que hacemos turismo por Napolés, somos testigos de los tiras y aflojas entre la pareja, de cómo su amor tendrá que demostrar ser lo suficientemente fuerte como para soportar los envites que el  destino les tiene preparados. En este aspecto, me gustaría resalta el toque de realismo que la autora ha sabido darle a su historia. Un golpe de realidad que resulta duro en ciertos momentos, cruel incluso, pero que es lógico (a pesar de que no sea ideal). Me han faltado momentos más explícitos entre la pareja, parece que esa pasión que sienten queda enmascarada ante la falta de escenas sexuales.

La historia está dividida en tres partes bien diferenciadas en cuanto a los acontecimientos, y la narración está hecha por parte Berta, aunque también hay breves pasajes en tercera persona, como si de un espectador externo se tratase, donde conocemos las andanzas de Romeo. El estilo de la autora es sencillo y directo, y la historia en general es ágil.

Reseña: Sangre y corazón

01 enero 2014

Sangre y corazón. Juicio de genes
Autora: Alexandra Manzanares Pérez     Género: R. Histórico
ISBN: 978-84-15425-25-0                       Editorial: Éride Ediciones
Más de cuatro millones de personas pasaron por Auschiwtz durante la II Guerra Mundial. Se estima que por lo menos tres millones murieron, miles enfermaron y cientos trabajaron para el III Reich. Detrás de una puerta de acero y rodeados por una alambrada electrificada estaban, entre otros, polacos, judíos, alemanes, hombres, mujeres, niños, gitanos, gays, discapacitados y desertores. Los supervivientes narran que el miedo, el sufrimiento y la incertidumbre eran los sentimientos que dominaban los barracones. En aquellos cuarenta kilómetros cuadrados el mundo de los seres humanos dio paso al de los animales. Un lugar donde los castigos formaron parte de la rutina diaria y la supervivencia se convirtió en la única meta. Preguntar estaba prohibido y en su lenguaje no existía la palabra esperanza. Los inconformistas intentaron escapar y acabaron en una fosa común y los resignados trataron de adaptarse al rol que les habían asignado viviendo en un mundo donde sólo el azar les dejaba seguir respirando. El amor se convirtió en debilidad. Así, de manera progresiva y sin darse cuenta, muchos lo cambiaron por el placentero odio. Sólo hubo dos rebeldes que se resistieron, dos adversarios, una carcelera y su preso, que contra todo pronóstico se enamoraron. Ésta es la historia de una mujer perdida que encontró su camino de la mano de su esclavo y un hombre que vio la luz en la oscuridad de una asesina. Es la manera de explicar cómo un corazón judío muerto volvió a latir impulsado por la sangre aria.
Sangre y corazón es la historia de amor entre un judío y una alemana. Juliana ha tenido una vida de cuento, criada en la abundancia de dinero y cariño, mimada como una princesa y convertida en una casi mujer altanera y egocéntrica que desconoce lo que ocurre a su alrededor. Cuando su padre es trasladado a Auschwitz, ella le acompaña, introduciéndose de lleno en el régimen nazi. A Ishmael le han robado su presente y su futuro; sus esperanzas de convertirse en médico han desaparecido, le han separado de su familia y su vida tiene ahora un destino incierto e indeseado: ¿muerte o esclavitud? El camino de estos dos personajes se cruza por casualidad, gracias a una mirada, y a partir de ahí todo comienza a cambiar.

Desde el comienzo me pareció todo un reto escribir una historia de amor entre dos personas tan opuestas. El odio que tiene que surgir entre una persona que apoya un régimen que aboga por la muerte y otro que carece de recursos para defenderse y se ve salvajemente  masacrado, hace que al amor entre ellos parezca fuera de lugar, imposible, irreal. Alabo la valentía de la autora que se atreve a manejar un argumento tan atractivo y difícil en su primera novela. Creo que la autora maneja buenas ideas y elabora bien el contexto y el paisaje (permitiéndonos el conocer el trato inhumano que reciben los judíos, cómo disfrutan los nazis ejerciendo su poder y dando rienda suelta a su violencia). Hay pasajes duros y violentos, quizá algo difíciles, pero necesarios si tenemos en cuenta el momento en el que se sitúa la historia. Mi principal problema con la historia ha sido su tono, demasiado frívolo y actual en algunos momentos, dando la impresión de no ser una historia ambientada en nuestro pasado más reciente. En ciertos momentos los personajes mantienen conversaciones y tienen intereses que no me parecen del todo lógicos o probables si tenemos en cuenta la situación en la que se encuentran y que me sacaban de la historia.

En cuanto a los personajes, la novela cuenta con grandes secundarios, entre los que destacado a Ada, Alger e Ivri, quienes con un perfil más o menos breve juegan un importante papel en la historia (especialmente los dos primeros).  En cuanto a los protagonistas, Juliana ignora por completo lo que ocurre en Auschwitz y le profesa un odio algo superficial a los judíos (se trata de un odio que ha no destaca por su pasión o crueldad, ella no cree verdaderamente en ello, y la prueba es lo rápido que empieza a hacer concesiones en este terreno). No es un personaje que se gane fácilmente tu cariño, algo lógico, pero cuya evolución es digna de mención. La Juliana que aparece en la página uno no se parece en nada a la del final. A pesar de haberlo perdido todo, Ishmael se mantiene fuerte y nos deja conocerle como a alguien de mucho carácter, con confianza en sí mismo, simpático, agradable, picarón, divertido y optimista. Aunque también es cierto que todavía es un muchacho al que le falta madurar y adquirir cierta dureza.

La historia de amor se va forjando con tiempo, el amor entre Ishmael y Juliana no surge de la nada, sino que se tiene que enfrentar a multitud de obstáculos, empezando por el evidente odio que se profesan al estar en bandos tan opuestos, uno que lucha  por la vida  y otro que aboga por la destrucción. Me ha dado la sensación de que las barreras que los separan deberían haber sido más fuertes, que el abismo entre ellos debería haber sido más ancho. Lo que sí me ha gustado es la facilidad con la que la autora muestra la maldad que caracteriza la trama. Las dos caras de la maldad, la que se realice de forma despiadada, sin sentir remordimientos, y aquella que se ejerce de forma pasiva, siendo una parte del sistema sin rebelarte, sin pensar en lo que ocurre a tu alrededor, en el sufrimiento de millones de inocentes, están muy presentes en la historia.


La narración alterna los puntos de vista de Juliana e Ishmael con otros en tercera persona y, ocasionalmente, la intervención de otros personajes, lo que me ha parecido un acierto, pues te da una visión más amplia de la historia. El final me ha provocado sentimientos contradictorios, por un lado me ha gustado, pero por otro me ha dejado con ganas de más drama y lágrimas.