Reseña: Casualmente Valentina

11 noviembre 2015

Elena Garquin/ R. Histórico/ Ediciones Pámies
Benavente, 1886. A Rafael Mejía la vida le sonríe. Es un hombre de éxito, joven, atractivo y arrogante, y acostumbra a conseguir lo que quiere en un abrir y cerrar de ojos, tanto en los negocios como en el placer.
Valentina, la humilde empleada de una posada de dudosa reputación, será su siguiente víctima. Una muchacha tan dulce como hermosa por quien se siente irremediablemente atraído, hasta el punto de convertirla en la principal candidata para ocupar su cama, sin imaginar que, con ella, comenzarán sus problemas.
Para Valentina, la impactante aparición de Mejía provoca un enorme cataclismo en su apacible vida. Resuelta a no sucumbir al enorme embrujo que ejerce sobre ella, combatirá su oscuro atractivo de la única forma posible: conquistando un duro corazón que él presume de no poseer.
Desde los fastuosos salones del Casino de Benavente hasta el oculto corazón de la sierra de la Culebra, Valentina seguirá a Mejía en un viaje plagado de peligros y sombras de los que Rafael la intentará alejar, pero ¿será capaz de eludir con la misma fuerza el poder del amor?
Elena Garquín ha publicado tres novelas románticas, todas ellas con Phoebe, un sello que cada vez me gusta más, y en cada una de ellas nos ha ofrecido historias diferentes, contextos ricos, personajes trabajados y una prosa cuidada. Sé que cuando me sumerjo en una de sus historias voy a encontrarme con una historia cuidada y bien pensada, que ha sido trabajada con tiempo y cariño, y es algo que valoro mucho.

Primero fue la serranía de Ronda en 1881 (La heredera), después El Sáhara en 1890 (Tuareg) y ahora Benavente en 1886. Elena Garquin parte de un argumento sencillo que sabe desarrollar bien, de forma que el lector esté completamente enganchado con la trama de acción, los problemas políticos de la España de la época, la batalla entre sus protagonistas y su intenso y pícaro romance.


Rafael y Valentina comparten muchas cualidades, ambos son decididos, fuertes, tenaces y testarudos. Ella no es una dama que necesite ser salvada, más bien todo lo contrario, es una mujer de armas tomar, con mucho carácter y una lengua afilada, capaz de bajarle los humos a cualquier, incluso al mismo Rafael, demasiado egocéntrico y seguro de sí mismo. Sí, Rafael no es un santo, tiene algunas cosas, sobre todo al principio de la historia, que te hacen poner los ojos en blanco, quizá peque de cínico y engreído, pero con el paso de las páginas va cambiando, descubre el amor y se opera en él un cambio agradable y creíble. El personaje no pierde su esencia, sigue siendo un gamberro, pero atisbamos en él mayor profundidad.

La relación entre Rafael y Valentina es intensa y está llena de altibajos. Ella trabaja en una posada, algo poco habitual en las protagonistas femeninas de novela romántica, y conoce bien a los hombres como Rafael, sensuales y conquistadores. Ella no quiere caer en su manos, aunque lo desea demasiado, y él, consciente de ese deseo, no duda en tentarla y en empujarla. Las disputas entre ellos son constantes, sus intercambios resultan afilados y divertidos y nos ayudan a descubrir y entender mejor a la pareja. Pero no solo de romance se nutre esta novela, las aventuras están presentes en todos los capítulos y el escenario político del momento jugará un papel importante en el devenir de la novela.

Casualmente Valentina me ha parecido una novela completa y muy bien trabajada. Resulta entretenida y agradable de leer, cuenta con una trama en la que romance y  aventuras están equilibrados y resultan muy interesantes. Los personajes son coherentes y tiene mucha personalidad (¡vivan las mujeres que les plantan cara a los hombres!) y el resultado final es muy satisfactorio.

5 comentarios :

  1. Hola!!
    Es una lectura que, no sé por qué, estoy retrasando. Quizás por que todas coincidís en que el protagonista no entra con buen pie jajaja.
    Ya veremos porque sé que lo terminaré leyendo y no creo que falte mucho!!!
    Un besote

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  2. Sé que lo leeré, lo que no sé es cuando x)
    un beesito

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  3. A mi me gustó mucho también. Aunque algo predecible quizás.
    Besos

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  4. De la autora me falta leer La heredera, me tocará buscarlo.
    Lo que más me gustó fue el personaje de Valentina sin duda, como dices vivan las mujeres que plantan cara!
    Los problemas políticos son un añadido muy bueno.
    Me gusta el estilo de la autora pero le falta esa chispa de "magia" para que sus novelas sean inolvidables.

    Un beso

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