Editorial: Toromítico ISBN: 978-84-96947-92-4
Nuevas sorpresas aguardan en los recodos del camino a Ana Shirley cuando decide abandonar su puesto como maestra de niños en la escuela de Avonlea. Llenando su maleta de recuerdos y tras decir adiós al lugar donde hasta ahora ha sido más feliz, se encamina al Redmond College -en Kingsport, Nueva Escocia- para completar su educación. Su antigua amiga Priscilla la espera en la gran ciudad.
En esta flamante etapa, Ana, junto a viejos y nuevos compañeros, dejará atrás los días de su infancia y descubrirá la vida en su plenitud; verá publicado su primer relato, e incluso recibirá su primera propuesta de matrimonio. Aunque no todo será agradable: una tragedia imprevista le enseñará una dolorosa lección. Pero las lágrimas se tornarán sonrisas cuando ella y sus amigas se trasladen a una nueva casa y un intratable gato le robe el corazón.
Ana tendrá que dilucidar también los sentimientos que alberga en su interior, ya que el apuesto Gylbert Blythe quiere conquistarla. Deberá decidir si es el príncipe azul que estaba esperando y si, en realidad, está preparada para el amor…
Hoy vengo aquí para hablaros de una chica muy querida
para mí, Ana, una chica larguirucha, pelirroja, generosa e imaginativa que
conquistó mi corazón hará cosa de un año y cuyas historias recuerdo con mucho
cariño. En este tercer libro, Ana, la de la Isla, nos encontramos con una historia que conserva la esencia de los
anteriores, pero en la que la madurez por la que atraviesa la protagonista
se contagia al clima que se respira. Hay menos diversión y juego, mucha más
realidad y decisiones que tomar, y la misma candidez
y buen corazón de siempre.
Ana, la de Tejas Verdes · Ana, la de Avonlea |
En sus casi trescientas páginas, que devoras en un
suspiro, eres consciente de cómo Ana madura, aunque sigues viendo en ella a la
chica inocente y sencilla que disfruta con los placeres más modestos de la
vida. Estará acompañada por viejos y nuevos conocidos y su marcha a la
universidad le abrirá un mundo de posibilidades, lo mismo que su interés por el
mundo editorial, que dará pie a interesantes reflexiones sobre el mundo de la
escritura.
L. M. Montgomery nos vuelve a regalar una historia preciosa y muy dulce, con la
presencia de cándidos romances, nuevas alabanzas a
la vida en comunidad y la reivindicación de ciertos valores. Nos ofrece
una historia que se disfruta con placidez de inicio a fin, en la que se evocan
los paisajes de la Isla del Príncipe Eduardo de tal forma que por momentos
sientes que estás allí y en la que la calidez y la sencillez son sus
principales credenciales.
Tengo ganas de empezar esta serie, es todo un clásico infantil aunque cuando yo lo conocí ya era un poco mayor pero igual espero disfrutarlos. Un beso!
ResponderEliminarÚltimamente estoy leyendo muy buenas opiniones de estos libros y me están empezando a llamar la atención. Puede que me anime a leerlos más adelante, cuando mi enooorme lista de pendientes baje jejeje
ResponderEliminar¡Besitos!
Se ve mono.. así tan dulce :) Me lo miraré
ResponderEliminarun besazo