Entrevista a María Jeunet

Hoy me apetece presentaros a una autora que hasta hace unos meses era una desconocida para mí, María Jeunet, una salmantina que ha publicado recientemente dos títulos (Las hojas de Julia y La foto de Nora) con Suma de letras. ¿Os apetece conocerla un poco más?

En primer lugar, quiero darte las gracias, María, por el tiempo que nos vas a dedicar a mis lectores y a mí en esta entrevista.

Gracias a ti, es un verdadero placer compartir unas letras con vosotros, personas sensibles y llenas de ilusiones.

Comencemos por lo más básico, ¿quién es María Jeunet?

Mi verdadero nombre es María, pero Jeunet es el apellido de mi seudónimo. Soy una chica de Salamanca, de 31 años. Orienté mi carrera y mi vida laboral hacia las ciencias, pero hace cerca de dos años descubrí que escribir me llenaba y me lancé a la piscina para nadar en ese mundo. Actualmente lo compagino con mi trabajo.

Son muchos los autores que optan por un seudónimo, ¿por qué escogiste tú María Jeunet?

Por distintos motivos: uno de ellos, quizá el más importante hoy en día, es para poder alejarme de todo lo que conlleva la escritura. Hay días en los que las entrevistas, las llamadas de teléfono y las cosas que tocan a la escritura pero que no son escribir, requieren tanto tiempo y esfuerzo que necesito poner distancia entre todo eso y mi yo real una vez que termino. También es una forma muy útil de que ni los éxitos ni las críticas me afecten.

Por otro lado, no quería vincular mi empresa con esta nueva faceta, quería que fueran dos cosas independientes, y de momento, lo estoy consiguiendo.

Compaginas tu vida laboral con tu faceta de escritora, ¿cómo surgió el deseo de escribir, reciente por lo que he podido saber?

Sí, así es. Hace unos dos años que la chispa se encendió. Siempre había tenido en la cabeza un montón de ideas y de proyectos que desarrollar. Desde decorar una simple caja para guardar clips a imaginar un relato en los tres minutos que dura una canción.

Cuando la historia de Las hojas de Julia llegó a mi cabeza, se amarró muy fuerte a ella y no me quedó otro remedio más que mirarla fijamente a los ojos y saber qué detalles encerraban esas personas que vivían en mi cabeza.

¿Qué crees que te define como escritora?

Supongo que eso lo dirá el tiempo. Noto que con cada nueva novela voy un paso más allá. Son más profundas y a la vez más cercanas a nuestras vidas reales. Si tuviera que elegir una palabra para definirme como escritora sería optimista. Porque trato de que mis historias transmitan que aunque las cosas se pongan feas uno siempre puede luchar por enderezarlas.

Dado que escribes novela romántica, supongo que lees algo de este género, ¿qué autoras románticas están entre tus preferidas?

Pues lo cierto es que es uno de los pocos géneros que no leo. Cuando voy a una librería o una biblioteca lo paso fatal, porque encuentro docenas de libros que quiero llevarme conmigo. Por desgracia me harían faltan cientos de años para poder leer todo cuanto quiero. Así que he de elegir y de momento, de las novelas románticas que he leído puedo decir que mi favorita sin dudarlo es Cumbres borrascosas. Es mucho más que una novela romántica, es una novela universal, de sentimientos y de decisiones. Todo el mundo debería leerla.

¿Qué clase de romances nos ofreces en tus historias?

Apasionados. De los que duelen. De los que te hacen no poder dormir, ni comer ni pensar con claridad. Así es para mí el amor y así lo describo.

En 2013 autopublicaste en amazon.es tu primera novela, Las hojas de Julia, y  cosechaste un tremendo éxito, ¿se te pasó por la mente que pudiera ocurrir algo así?

¡Para nada! Mi intención publicándola en Amazon fue hacerla llegar a las lectoras, quería conocer su opinión y ver qué ocurría con Julia. Que mi editora contactara conmigo es algo que aún estoy asimilando.

¿Qué supuso para ti que una editorial como Suma de letras se interesase en sus novelas?

Un salto abismal. Con amazon solo estaba disponible en ebook y en esa sola plataforma. Pero ahora con Suma de letras está en todas las librerías, bibliotecas públicas, aeropuertos... Ver a Julia y a Nora entre otras grandes historias es un sueño.

Las  cubiertas, personalmente, me trasmiten diversión, dulzura y buen humor. ¿Has tenido algo que ver en su diseño?

Sí, ambas portadas estuvieron muy pensadas. Los bocetos originales captaron muy bien la idea que quería que transmitieran. Después ajustamos algunos detalles y quedaron tal cual están.

El 5 de noviembre han salido tus dos novelas (Las hojas de Julia y La foto de Nora) en papel, ¿es comparable esta sensación a cuando salieron en formato ebook de la mano de Suma hace unos meses?

La verdad es que no, poder tocarlas, ver el acabado final, sentir las páginas y el vientecillo que despiden cuando se agitan es mágico. Es como despertarte y ver que tu sueño te ha acompañado a la vida real.

Por lo que hemos podido ver últimamente, tu cara trasluce ilusión, ¿cómo te sientes ante esta nueva etapa de tu vida?

 ¡Gracias! Estoy muy contenta, la verdad. Desde que terminé la carrera me he centrado día tras día en mi empresa, son ocho años despertándome cada día con esa única preocupación. Me siento muy orgullosa de lo que he creado junto a mi marido, y repetiría la experiencia en mil vidas más, pero siempre noté que había algo más que debía completar. Poder compartir historias que emocionan con personas sensibles es de lo más bonito que me ha pasado en la vida.

Las hojas de Julia nació, según tus propias palabras, de una sencilla idea: "¿Cómo sería enamorarse en París?". ¿Qué va a encontrarse el lector en sus páginas?

Encontrará las primeras semanas, meses de relación entre una mujer, Julia, y el que cree que puede ser el amor de su vida. Encontrará los miedos del inicio, las desconfianzas, las risas, las ganas... También asistirá a la toma de una decisión fundamental para la vida de Julia: ¿hará caso de algo que lleva años creyendo o saltará al vacío y se dejará llevar...?

Háblanos de William McAvoy, el protagonista de Las hojas de Julia, ¿por qué conquistará a los lectores?

Porque es un chico bueno, sencillo, un poco inseguro pero que gracias al amor superará todos los miedos y luchará por lo que quiere. ¡Además es muy atractivo! Que cada lector le ponga la cara que desee...

¿Tienes algún fragmento especial de esta historia que te gustaría compartir?

¡Claro! Por ejemplo, una brevísima conversación que transcurre entre Julia y Will:

«—Hola Julia… bueno, cuando llegué esta mañana nadie me avisó de que era tu cumpleaños, así que no tengo ningún regalo preparado para ti…

—¡Oh, por favor! Will, no es necesario, no te molestes… —le interrumpí mientras pensaba que me encantaba que se preocupara. «Qué amoroso…».

—No, Julia, ¡no es ninguna molestia! —Me sonrió mientras hablaba y unos preciosos hoyuelos se dibujaron en su cara—. Bueno verás, como tuve diez minutos libres antes de que llegaras a la oficina, me paseé por tu mesa y vi algunas fotos de París, así que pensé que te gustaba la ciudad y se me ocurrió hacerte este «vale»…

Al decir las últimas palabras me ofreció un papel doblado por la mitad, de color azul pastel con algo escrito por él mismo:

VALE POR…

Una visita guiada (por mí, el nuevo de la empresa)

al MUSEO DE ORSAY

y (si te apetece) también vale por

una COMIDA/CENA EN SU RESTAURANTE.»

Si en Las hojas de Julia pareces ofrecernos una historia optimista con una protagonista soñadora, en La foto de Nora pareces cambiar el tono, ¿con qué nos vamos a encontrar?

Exacto: es una historia más oscura en todos los sentidos. Sus protagonistas son más duros, la vida no les ha tratado tan bien y tienen que hacer frente a sus problemas de forma diferente.  Desde la forma en que se enamoran a cómo afrontan los problemas. El lector encontrará una historia de amor entre medias de una historia policiaca. Está ambientada sobre todo en Nueva York, tenemos al FBI, a psicólogos criminalistas, a un departamento de la Policía de Nueva York... Y como os digo, entre medias, mucha pasión y amor.

¿Cuál crees que es el principal atractivo de esta historia?

Aunque es una historia que nos puede parecer lejana (creo que no conozco a nadie que a su vez conozca a un agente del FBI), sí que podemos sentirnos identificados con lo que ocurre. Una relación comienza y se rompe de la peor forma. Ambas partes siguen adelante, no queda otro remedio, pero el futuro hará que sus caminos vuelvan a toparse y tengan que enfrentarse a lo que dejaron inacabado. Historias así ocurren a diario.

¿Te ha resultado complicado aunar romance e intriga?

No, al contrario. Me ha resultado más sencillo hacer avanzar la historia de amor entremezclándola con el caso policial. Podría decir que hasta me he divertido más. He tenido que documentarme sobre obras de arte, drogas, cómo funciona en FBI y la policía estadounidense. Cuantos más detalles aprendía más fácil me era continuar escribiendo.

Háblanos de tu futuro. Por lo que he leído, ya has terminado tu tercera novela. ¿Qué tipo de historia va a ser? ¿Qué otros proyectos tienes en mente?

Sí, ayer mismo terminé la última revisión. Estoy muy orgullosa de esta novela, es la más completa. Hay dosis de humor, realismo, pena, amor, pasión, amistad, amor paternal... Creo que tiene casi todos los ingredientes para enamorar a los lectores. ¡Estoy deseando que vea la luz!

Ya tengo comenzada la cuarta novela. Para esta me estoy preparando más que para ninguna otra. Estará ambientada en una época histórica muy importante y no quiero dejar ningún detalle al azar. Cuento con la ayuda de una profesora y su compañero de la facultad de Historia de Salamanca y estoy aprendiendo muchísimo. Los personajes me hablan cada día y me cuentan qué va a ocurrirles.

Muchas gracias por tu tiempo y mucha suerte, María. Ha sido un placer tenerte por aquí.

Gracias a ti, he disfrutado mucho ahondado en estas cuestiones. Ojalá pronto hablemos, hasta entonces, ¡nos leemos!