Autora: Elísabet Benavent Género: R.Contemporáneo/Chik-lit
Editorial: Suma de letras ISBN: 97884836594
Silvia trabaja en una importante multinacional y está perdida.Silvia necesita encontrar a alguien para olvidar a Álvaro.Álvaro es su jefe y acaba de romperle el corazón.Bea, su mejor amiga, le propone un viaje…Y allí Silvia se encuentra con Gabriel…Gabriel es una estrella de rock y también tiene problemas.Silvia y Gabriel conectan desde el principio.Y pronto descubrirán que ese encuentro cambiará sus vidas.
Elísabet Benavent causó un auténtico furor hace unos meses con su saga
Valeria, pero hasta el momento era para mí autora desconocida. Persiguiendo
a Silvia me atrajo desde el primer momento, tuve una especie de
corazonada que me animó a leerlo, y ahora puedo decir satisfecha que no me
equivoqué en absoluto. He devorado la
historia, me he reído con ella y también me he emocionado, pero, sobre
todo, la he disfrutado muchísimo y me ha dejado con unas ganas tremendas de
leer su continuación, Enncontrando a
Silvia.
Persiguiendo a Silvia es una novela
fresca y divertida, ideada para que el lector se lo pase bien leyéndola, se sienta identificado
con la protagonista en ciertos momentos y suelte alguna que otra carcajada. A
pesar de que ciertas situaciones dejan en evidencia que se trata de una obra de
ficción, también nos encontramos con momentos y sentimientos que nos acercan a
la realidad. Todo ello envuelto con el particular sentido del humor de la
protagonista, Silvia, que no tiene pelos en la lengua y sabe sacarle punta a
cualquier situación.
Silvia lleva años enamorada de su jefe, Álvaro, un tipo frío y distante que
le hace arder por fuera y por dentro. Después de dos años de relación, lo suyo
ha acabado, al menos oficialmente, porque entre ellos sigue habiendo una corriente
de sentimientos que no pueden detener. Tener que verse todos los días no les
hace ningún bien a ninguno, aunque cada uno de ellos lleva el dolor y el estrés
como mejor puede. Silvia decide tomarse un descanso y se va con su mejor amiga
a hacer un viaje a la playa, donde conocerá a Gabriel, un famoso cantante de
rock que entrará en su vida para quedarse.
He disfrutado mucho de la historia por varias razones. Para empezar tiene
unos cambios en el ritmo y en el tono
que me han parecido muy acertados. La historia trasmite buen rollo y risas, y la autora se encarga
de que así suceda con los numerosos aprietos en los que se ve metida su protagonista
(que se si me escapa un pezón, se me queda el brazo atrapado en una máquina de vending…), pero de fondo tenemos siempre
un mensaje importante, y a medida que avanzamos en la lectura seremos más
consciente de su presencia. La historia cuenta con personajes encantadores y reales, con una trama que
siempre tiene cosas que ofrecer al lector –aunque tiene demasiado sexo y en algunos momentos se vuelve un poco repetitiva–
y un romance que sabe atraparte.
Silvia es un personaje real y divertido, a veces resulta un poco
sobreactuado, pero es eso precisamente lo que hace que te rías. Carece de
filtros, le gusta mucho el drama, se sabe reír de sí misma y lucha por ser
feliz. Es natural, desinteresada y deslenguada, tiene un genio de los mil
demonios y le pasan todo tipo de cosas. El lector establece una comunicación
íntima con ella, la conoce a la perfección, la valora a pesar de sus locuras y
le coge cariño, quizá por ser un personaje tan humano, tan débil ante sus
deseos, miedos y sentimientos. A su lado tiene a un par de personajes que a
pesar de permanecer en un segundo plano y de ser presentados a través de las vivencias
de Silvia, me han gustado. Hablo de Álvaro y Gabriel, pasado, presente y, quién
sabe si futuro, sentimental de nuestra protagonista. Álvaro, a pesar de ser el
ex, es quien más protagonismo de los dos tiene en este primer libro. Han sido
el gran amor de Silvia, sus sentimientos por él no han desaparecido a pesar de
lo erróneo y doloroso de su relación, que siempre ha estado condicionada por el
sexo y por el carácter frío, distante y formal de él. Silvia siempre fue la que
más daba en esa relación: ella amaba más, se entregaba más y sufría más. Desmigando
esa relación, la protagonista se da cuenta de que querer a alguien no basta, que no siempre podemos conformarnos
con lo que el otro quiere y puede darnos, que no está bien cambiar nuestra
forma de ser para agradar a alguien, siempre a expensas de que se disguste por
nuestra forma de ser real. De una relación tóxica y demasiado carnal, pasará a
una pura amistad con Gabriel, en la que la química está presente desde el
primer momento. Gabriel es encantador, quizá demasiado detallista e ideal con
Silvia, y con él se puede comportar tal y como es. Pero lo suyo, si es que hay
algo más allá de una valiosa amistad, es también complicado: porque ella aun
quiere Álvaro, porque el sexo con Gabriel lo estropearía todo, porque él no
cree en los sentimientos ni en la monogamia… y por otras muchas razones.
La autora tiene un estilo ágil, desenfadado y cercano que conecta con el
lector. Abundan las situaciones cómicas y las salidas de tono de Silvia, pero
también nos topamos con momentos de enriquecedora reflexión. La narración, que
alterna presente con pasado, sirve para desmigajar la relación entre Silvia y
Álvaro y para darnos pistas de lo que pude ocurrir en el futuro.
Persiguiendo a Silvia es una novela fresca, divertida, entretenida y ágil. Sabe hablar de temas universales con un gran sentido del humor y tiene una protagonista ante la que es imposible no caer rendido.
Tu reseña me ha atrapado, no tenía pensado leerlo pero ahora si, me apetece algo tan buen rollista.
ResponderEliminarBesos!
En este no coincidimos. Mira que adoré En los zapatos de Valeria (el primero sólo) y por eso me lancé sin pensar a por este pero pedazo batacazo me metí.
ResponderEliminarPara mi gustó es una novela que intenta ser divertida sin conseguirlo y con una protagonista insufrible, si doña Anastasia tenía la diosa interior todo el jodido libro en la boca Silvia tiene las bragas en el suelo, ¿cuántas veces salía a colación sus bragas cuando veía al protagonista? Abandoné la novela harta de las alusiones repetitivas a la prenda en cada capítulo xD
Vamos para mí una decepción monumental.
Un beso!
Vaya, mira que es raro que nosotras no coincidamos.
EliminarYo no leí ninguno de los libros de Valeria, así que iba sin ideas preconcebidas sobre el estilo de la autora y el tono de sus libros. Este me ha sorprendido para bien, no es que me parezca un novelón, pero me lo he pasado bien leyéndolo.
Al leer tu comentario me he dado cuenta de que se me ha olvidado comentar lo pesada que es la protagonista con el físico de los chicos. Se pasa un poco en eso, la verdad. Debe decir como un millón de veces lo guapo que es Álvaro.
Un beso :)
Haber si me animo, todavia no he leido nada de la autora ^^
ResponderEliminarBesos
Como bien comentas, parte del éxito de Elísabet reside en su estilo, ágil y muy desenfadado....desde luego, sabe cómo engancharnos a sus historias !! Yo leí hace unos meses toda la saga de Valeria, así que ahora esperaré un tiempo prudencial y leeré esta nueva saga....
ResponderEliminarBesos !
No hace mucho que he descubierto este libro pero quiero leerlo ya. Además, será mi primera lectura de la autora así que a ver qué tal... Un besote :)
ResponderEliminarDescubrí este libro y su secuela (Encontrando a Silvia) y para mí han sido los dos libros revelación del año. Elísabet Benavent se consagra aquí en su estilo, dándonos una historia llena de humor principalmente por el caramelo que es la protagonista (no comparto algunas opiniones que la tachan de insufrible) porque es tierna, sin filtros, con salidas de tiesto como las podemos tener todas en momentos determinados; es sexy, divertida, sensual y emotiva. Vives con ella el amor, el deseo, la pasión, la obsesión por Álvaro (lo de las bragas que he leído por ahí no lo percibí la verdad, no recuerdo que se abusara de nada) y la relación descompensada que tienen; la ternura, el cariño, la tensión sexual que tiene con Gabriel... Este libro lo tiene todo y además está impecablemente escrito. Para mí es una historia intensa, de alto voltaje y que no te deja ni respirar de la cantidad de cosas que despierta.
ResponderEliminar¡Me encantó y emocionó!