Autora: Jillian Hunter Género: R. Histórico
Editorial: Titania ISBN: 978-84-92916-47-4
Como directora de la Academia Scarfield para jóvenes, la señorita Charlotte Boscastle transmite a sus alumnas lo importante que es mantener una buena reputación y evitar cualquier asomo de escándalo. Por eso cae presa del más feroz de los pánicos cuando, justo después de la fiesta de graduación, su diario secreto desaparece. Charlotte ha volcado en su diario sus más atrevidas fantasías, en especial relacionadas con Gideon, duque de Wynfield. Como si esto fuera poco, resulta que el tórrido diario ha ido a parar a manos del propio duque quien, aunque bastante interesado en las ideas de Charlotte, es todo un caballero y ha decidido devolvérselo. Pero cuando un ladrón se hace con el diario, tanto Gideon como Charlotte se ven envueltos en una espiral de escándalos y malentendidos que sólo el matrimonio puede aplacar.
Como directora de Academia Scarfield para señoritas, Charlotte
Boscastle es un modelo de rectitud y responsabilidad. Al menos de cara a la
sociedad, porque tras las puertas de su alcoba da rienda suelta a su
imaginación y a su pluma y plasma en un diario íntimo ciertas fantasías que
atañen a un distinguido par del reino, Gideon, duque de Wynfield. Pero esas
bochornosas fantasías, que deberían permanecer por siempre ocultas, caen en
manos del duque y Charlotte, ansiosa por recuperarlas, les pone a ambos en una
delicada situación que les abocará al matrimonio.
El diario de la
duquesa parte de un argumento
interesante y aunque en sus primeros capítulos nos encontramos con una historia entretenida
y a ratos divertida, poco después percibimos que la autora no le está sacando todo el
partido posible a la trama. Nos encontramos ante una novela ligera y amena, de rápida y sencilla
lectura, que te hace pasar un rato agradable pero que no deja de ser
una novela más entre tantas otras. Y es una pena, porque sin tantos secundarios
que despistan y unos protagonistas que a ratos pierden el carácter y con una
trama que se ha aprovechado en toda su extensión, el libro me hubiera gustado
muchísimo más. Ojo, no digo que esta sea una mala historia, pero sí que te deja
la sensación de que podría haber sido mucho más especial.
Los perfiles de los protagonistas y la evidente
distancia entre uno y otro atrajeron mi atención desde el inicio. Charlotte es
una mujer decidida, fuerte y tenaz, que se ampara en su posición como directora
para enmascarar sus deseos más mundanos. En cuanto a Gideon, el libertino duque
es todo lo puesto que nos podamos imaginar a Charlotte: disfruta sin cortapisas
de lo que el dinero y su posición le ponen en bandeja, es descarado y golfo y
no se molesta en ocular sus pecados. Pero, como veremos, ninguno de los dos
está tan cerca como parece del modelo de conducta en el que se han dejado
encasillar. Su enamoramiento resulta un tanto precipitado, pero no está exento
de sentido del humor y se ve complementado por ligeras subtramas relacionas con
el robo del diario, la academia de Charlotte y los personajes secundarios (de
entre estos cabría destacar la hija de Gideon, quien a pesar de resultar demasiado
sabionda y madura para su edad, nos
regala buenos momentos).
El diario de la duquesa es una lectura ligera, sencilla y entretenida a la que podría haberse sacado mayor partido.
He leído la sinopsis y me esperaba algo más, la verdad. Creo que lo dejaré pasar porque, aunque en un principio me llamaba, tengo ya bastante romántica histórica pendiente y de Kleypas, que seguramente me guste más.
ResponderEliminarSaludos ^^.
Me está dando un poco de pereza leer a esta autora. Tengo una de ella por aquí que he empezado como diez veces y no hay manera. Me da justo esa sensación, buenos planteamientos pero novelas a las que no se le saca el máximo provecho.
ResponderEliminarEste de momento lo dejo pasar.
Un beso