Reseña: La vida de los objetos

26 diciembre 2013

La vida de los objetos
Autor: Sussana Moore              Género: Narrativa
ISBN: 978-84-15608-55-4        Editorial: Alevosía
En 1938 la vida de Beatrice, una jovencísima encajera irlandesa, se convierte en un cuento de hadas cuando por un maravilloso azar entra a trabajar en la residencia de Felix y Dorothea Metzenburg en Berlín. Los Metzenburg, coleccionistas de arte y amigos de los hombres y mujeres más fascinantes de Europa, introducen a Beatrice en un mundo en el que la joven encuentra más objetos de deseo de los que jamás había imaginado.

Sin embargo la Alemania nazi ha lanzado su campaña de agresión por toda Europa, y muy pronto el conflicto traspasa el umbral de los Metzenburg. Tras retirarse con Beatrice a su casa de campo, ­Felix y Dorothea hacen todo cuanto está en su mano para preservar las tradiciones del viejo mundo. Pero las realidades del hambre y la enfermedad, así como las amenazas todavía más graves del terror nazi, la deportación y el asesinato de los judíos y las hordas de refugiados que huyen del avance del Ejército Rojo, empiezan a amenazar su existencia.
En 1938 todos los deseos de Beatrice se concentran en abandonar el pequeño pueblo irlandés en el que vive con sus padres, un mundo reducido y cerrado en el que sus posibilidades son nulas, no hay libertad, arte, creatividad ni alegría; solo rutina, deber y responsabilidad. La pequeña escuela a la que ha asistido le ha proporcionado su única fuente de consuelo: la lectura. Pero un nuevo mundo se abre ante sus pies cuando su habilidad con el hilo y la aguja le permite viajar a Berlín y comenzar una vida diferente junto a los Metzenburg, un adinerado y culto matrimonio. Pero ese cuento de hadas dura demasiado poco, la guerra hará su aparición y cambiará para siempre el destino de los personajes.

Beatrice es, sin dudas, el personaje más importante de la historia. Su inocencia, basada en su falta de experiencias (pues no ha conocido mundo, no ha vivido, y eso le hace ver el mundo desde un prisma muy puro) generan momentos de empatía con el lector, sobre todo en el inicio, cuando el lector es  consciente de su impotencia por no poder decidir sobre su futuro. Beatrice encarna la ingenuidad, pero a medida que los acontecimientos avanzan, apreciamos su evolución y como la madurez se instala en ella. En general, no he logrado congeniar con ella ni con el resto de personajes, que, eso sí, forman un grupo interesante y muy bien trabajado, cada uno con diferentes intenciones, intereses, situaciones y cometidos. Su presencia en la historia es vital y no son simple aderezo. Destaco a Felix Metzenburg, un personaje un tanto enigmático, un hombre de contrastes, culto, sensible, pero frío y duro, cuya personalidad vamos desmigando poco a poco.

La vida de los objetos es un título interesante y con una lectura clara y de calado. Los Metzenburg aprecian sus posesiones y estas, de alguna forma, les hacen ser quienes son, forman parte de su identidad, les definen, les dan un estatus. En contraposición está la gente como Beatrice, que no siente amor por los objetos y que no acaba de entender la obsesión de sus jefes por ellos. Los objetos permitirán que los personajes sigan viviendo, pues sirven para comprar tiempo y esperanza, demasiado asustados ante el presente cruel y el futuro negro que les espera.

Las sensaciones de melancolía e impotencia dominan la historia. El ambiente es tenso y gris, las viejas costumbres, y con ellos sus clases, han perdido importancia y ahora todo se impone con fuerza bruta. Los personajes carecen del poder de ayudar, no pueden hacer nada, simplemente luchar por sobrevivir y sufrir le menor número de vejaciones posibles. La perspectiva que se ofrece de la guerra me ha parecido interesante y, en mi caso, menos conocida. La violencia impera en todo momento, a veces más silenciosa, y otras más cruda; no importa el color o la bandera que lleven en el pecho, la maldad está incluso en el bando de los buenos (y esto se refleja bastante bien en el período de ocupación de Alemania tras la guerra).

La vida de los objetos es una novela ágil que se basa mucho en los hechos y que reviste la historia de un tono sentimental y dramático sin caer en lo lacrimógeno ni en el exceso de detalles. He sentido a los personajes demasiado lejos y en ocasiones he echado en falta ciertos detalles, pero reconozco el acierto en el tono de la historia, certero y realista, y en los mensajes que el lector extrae al concluir la lectura.

8 comentarios :

  1. Este tipo de libros siempre llama mi atención, lo leeré si tengo oportunidad pero uno de mis propósitos para año nuevo es no adquirir demasiado y terminar las sagas que tengo en casa!

    Besos =)

    ResponderEliminar
  2. De momento no me llama la atención la atención. Gracias por la reseña guapa.

    Besos :*

    ResponderEliminar
  3. Me ha llamado la atención, me lo llevo apuntado, besotes

    ResponderEliminar
  4. Lo lei hace un par de meses y me gustó mucho por la visión diferente que ofrece
    besos

    ResponderEliminar
  5. Me apetece mucho este libro. No sé... tiene algo que me llama. Besos.

    ResponderEliminar
  6. La vi hace tiempo y me llamó mucho, sobre todo por la época en la que está escrita, así que espero leerla pronto.

    Un besiño

    ResponderEliminar
  7. Me gusta lo que cuentas, creo que podría gustarme =)

    Besotes

    ResponderEliminar
  8. Me llama muchísimo, creo que puedo disfrutar mucho de la lectura.

    Besos

    ResponderEliminar