Reseña: Un romance imperdonable

Un romance imperdonale
Autora: Mary Balogh             Género: R. Histórico

Editorial: Titania                   ISBN: 978-84-92916-49-8

Una amarga rivalidad separa a los Woodfall y los Hayes desde hace casi un siglo, pero las iras de los adultos no lograron impedir que los niños Moira Hayes y Kenneth Woodfall compartieran juegos de infancia. Cuando Kenneth regresa de la guerra, Moira se ha convertido en toda una dama y él no tarda en darse cuenta de que inocente amistad infantil se ha convertido en algo mucho más profundo. Por desgracia, Moira está comprometida con un primo lejano, el barón Edwin Baillie, tan interesado en heredar las propiedades de los Hayes como de terminar con las luchas con los Woodfall. Pero una noche de tormenta, la joven Moira se ve obligada a refugiarse con Kenneth en una aislada cabaña, y lo que había empezado como el recuerdo de una travesura juvenil pasa a convertirse en una pasión arrasadora, que amenaza con destruir para siempre la frágil paz que existe entre ambas familias.

Mary Balogh lleva treinta años dedicándose a la novela romántica, se ha ganado el cariño de sus lectoras y un lugar destacado dentro del panorama romántico –no en vano es considerada por muchas una autora de obligada lectura–. Un romance imperdonable, el segundo libro de la saga Cuatro Jinetes del Apocalipsis, vio la luz por primera vez quince años atrás, justo cuando la autora estaba en el ecuador de su carrera, y me parece un dato interesante a tener en cuenta.

Kenneth Woodfall forma junto otros tres amigos, Rex Adams, Nat Gascoigne y Eden Wendell, un grupo apodado como Los Jinetes del Apocalipsis. Juntos han compartido todo tipo de momentos, desde el drama de la guerra hasta la más hedonista de las vidas en la ciudad, pero ahora, dos de ellos, Rex y el mismo Ken, sienten que ha llegado el momento de establecerse, de regresar a su hogar; y de esta forma emprende Ken su regreso a Cornualles, lugar que no pisa desde que lo abandonase ocho años atrás. Allí sigue estando Moira, su primer amor, con quien no acabó en buenos términos. Ambos han dejado atrás su juventud, ella es ya una solterona –tiene veintiséis años y aún no se ha casado–, y han madurado durante estos años, pero, sobre todo, han alimentado su rencor y han sido incapaces de olvidar el pasado.

La relación entre Ken y Moira es difícil, no solo por los años en los que han estado separados, sino porque la confianza entre ellos está rota, no queda nada del dulce e inocente amor que se profesaron, pero el oído sí continúa presente. Mary Balogh emprende una ardua tarea: conseguir que ambos dejen el pasado atrás y se perdonen, algo especialmente complicado cuando comprobamos que cuando están juntos sacan lo peor de sí mismos. La autora marca muy bien los tiempos, pone muchos obstáculos a la pareja (malos entendidos, secretos, sentimientos enfrentados, principios confrontados…) y construye una relación seria y compleja, en la que, en ciertos momentos (especialmente al final), he echado en falta algún momento tierno entre la pareja. Balogh se decanta por una historia que se aleja de los ideales románticos y se acerca más a la realidad de la época, la pareja tira de pragmatismo en buena parte de la historia –cuando lo esperado sería que se dejaran guiar por su corazón–. Este realismo en el desarrollo de los sentimientos entre la pareja me ha gustado y me ha parecido en cierta medida original, aunque hayan hecho que la relación resulte poco edulcorada.

La novela, que transcurre parcialmente en el mismo lapso temporal que Un romance inoportuno, cuenta con un estilo cuidado y el contexto típico de las historias de Regencia. La aportación de los secundarios es notable, en especial  Edwin Baillie, que nos ofrece momentos divertidos gracias a lo pomposo que resulta ser. Balogh no se luce tanto en otros aspectos: la primera vez de la pareja resulta absurda, el comienzo de la historia se hace un pelín pesado (suerte que la novela va de menos a más) y me falta ternura entre Ken y Moira, algo que encienda la chispa.

Un romance imperdonable narra el tormentoso primer amor de Ken y Moira, una pareja que deberá superar muchos obstáculos hasta alcanzar la felicidad, de una manera menos habitual dentro del género, tirando más de realidad que de corazón.