Reseña: Reflejada en ti

Reflejada en ti

Autora: Sylvia Day      Género: R. Erótico

Editorial: Espasa         Serie: 2º Crossfire

Eva Tramell y Gideon Cross tendrán que luchar con todas sus fuerzas para que su historia de amor triunfe. La desmedida atracción física que existe entre ambos juega a su favor, pero las tentaciones carnales no están hechas para los que les gusta bailar con el diablo, y el tormentoso pasado de ambos tampoco les ayudará a conseguir tener la típica relación romántica. Eva y Gideon lucharán por tener su final feliz, pero ni esto es un cuento de hadas ni ellos son personajes de fábula, ¿Será suficiente su amor para seguir juntos, o su futuro pasa por camas separadas? 

Reflejada en ti arranca donde lo dejó No te escondo nada, pero lo hace con un enfoque diferente, porque, si en el primer libro lo que se hacía era presentarnos a la pareja, ver cómo nacía su relación y cuáles eran sus problemas, en este segundo libro nos metemos de lleno en el funcionamiento de la pareja y vemos la elevada cantidad de obstáculos a los que deben hacer frente. La autora, Sylvia Day, mantiene su estilo, ágil y directo, y sigue otorgando mucho peso a la parte sexual de la relación entre Eva y Gideon, algo comprensible si se tiene en cuenta el tipo de relación que tienen y necesitan. Para ellos el contacto piel con piel es esencial, la mejor forma para hacerle comprender al otro lo que sienten. Se ahonda en los conflictos de la relación, especialmente en aquellos provocados por los problemas y las inseguridades de ella. 

Eva sigue siendo la narradora de la historia, lo que permite que sigamos conociéndola de una forma intensa. Sigue mostrándose como una mujer extremadamente celosa, dependiente y exigente. Todos sus temores y fantasmas van a hacer acto de presencia en su relación con Gideon, complicándola aún más. Me parece un personaje lleno de fuerza, pero también muy vulnerable. Por momentos se la ve perdida, sabe lo que quiere pero no sabe cómo conseguirlo. A pesar de todos sus rasgos positivos, también he encontrado en ella varias contradicciones: reconoce haber estado enamorada de un hombre pero dice que no le amó y cuando se siente herida responde con el ojo por ojo y hace a Gideon algo que tanto le duele a ella misma. En esos momentos Eva me ha decepcionado, pero nunca me ha dejado indiferente y puedo llegar a comprender que todo su pasado la hace ser como es.

―Me tomo la molestia de asegurarme de que no tengas ninguna razón para sentirte celosa, pero cuando te muestras posesiva, me gusta. Quiero que luches por mí. Quiero importarte hasta ese punto. Te quiero loca por mí. Pero la actitud posesiva sin confianza es un infierno. Si no confías en mí, no tenemos nada.

―La confianza debe ser mutua, Gideon.

En No te escondo nada eché de menos a Gideon, me quedé con la sensación de no haberle conocido. Afortunadamente, en este libro comenzamos a conocerle, tanto por su comportamiento hacia Eva como por las pequeñas pistas que nos va dando de su pasado. Esta transición entre el no conocerle y el conocerle está bien tratada, se hace de forma pausada y natural, siendo Eva quien presiona a Gideon, que se vea obligado a confesar cosas de su pasado. Es un personajes sobre el que aún deben revelarse secretos, pero que ya no es ajeno al lector.

―Sé dulce con él―me reprendió mirándome fijamente a los ojos―. Nunca lo he visto con nadie como lo veo contigo. No sé si eres digna de él, pero sí que puedes hacerle feliz. Lo he visto con mis propios ojos. Hazlo o vete. Pero no lo marees.

Ambos protagonistas están bien construidos y nunca provocan la pérdida de interés del lector. Presentan algunos clichés, pero es muy difícil evitarlos todos, sobre todo en el género romántico. Ambos están tan "tocados" psicológicamente que su relación puede llegar a parecer imposible, contraproducente para su propio bienestar. Se juega con esa ambigüedad, se mantiene en vilo al lector, haciéndole decantarse en unos momentos por una opción y llevándole más adelante al extremo opuesto.

Me ha gustado el papel de los padres de Eva. Monica, la madre, es una mujer superficial y frívola, capaz de ver las relaciones sentimentales en términos económicos. Su presencia es menos agobiante que en el primer libro y vemos en ella los chispazos de una madre, preocupada por su hija, que sabe dejar de lado todo lo demás para dar rienda suelta a su amor maternal sin agobiar a su hija. Victor Reyes, el padre, me ha gustado mucho más. Aparece en el momento idóneo para ayudar a Eva, le aporta cierta estabilidad y parece la única personal "normal" dentro del variado grupo de personajes.

Cary, el mejor amigo de Eva, sigue teniendo su papel en la historia como apoyo de Eva, pero también como personaje individual. Se deja de lado su desenfrenada vida sexual y vemos como trata de sacar adelante la relación con su actual novio. Se sabe que ha sufrido mucho en su pasado, está tan herido como Gideon y Eva, y estoy deseando saber qué va a pasar con su vida. Quizás, Cary tenga tanto que contar que se merezca su propio libro.

Además de la parte romántica y erótica, la historia cuenta con una buena porción de intriga, no solo ocasionada por las lagunas en el pasado de Gideon, sino por el comportamiento del personaje a partir de la mitad de la historia. Esta parte está bien construida, despierta el interés del lector y no se resuelve hasta el momento oportuno.

Reflejada en ti desnuda a Eva por completo, y con ello su relación con Gideon, difícil, dolorosa y obsesiva. Creo que es un segunda parte necesaria (dado que la relación entre ambos protagonistas necesita de muchas páginas para desarrollarse y ser entendida), con fuerza y gancho, tanto, que estoy deseando leer la tercera y última parte.