Reseña: El juego de la lujuria, Emma Hart

04 julio 2016

Emma Hart · 3º Juegos del placer · R. Contemporáneo · Terciopelo

Hay títulos desafortunados y portadas poco acertadas y El juego de la lujuria (The Right Moves en inglés) se lleva la palma, y no porque alguno de estos elementos sea poco atractivo, sino porque no tienen nada que ver con la historia que Emma Hart nos cuenta. El juego de la lujuria no es una novela ligera, divertida ni picante, es la dura historia de una chica con depresión que después de haber tocado fondo comienza a recomponer su vida y, en el camino, encuentra el amor. No hay momentos de lujuria ni la relación entre los protagonistas tiene algo de juego, todo lo contrario. Por eso no entiendo la elección de título y portada, que dan una idea equivocada de lo que nos podemos encontrar entre las páginas de la novela. Terminada aquí mi perorata, comienza la reseña.
Abbi Jenkins nunca imaginó que un día saldría de entre los muros de la institución mental en la que ha vivido durante un año. Pero ello no significa que haya olvidado lo que allí ha sucedido. Abbi sabe que la única manera de combatir la depresión es a través del ballet, que más que una afición es su sueño. El ballet –y la escuela de artes Julliard– se convertirán en su razón de ser. Blake Smith salió de Londres por una sola razón.
Cuando llega a la ciudad de Nueva York, jura que cumplirá la promesa que un día hizo a su hermana: entrar en Julliard. Blake será emparejado con Abbi en clase; en ella ve un dolor que ya ha visto antes, y por ella luchará para salvarla de sí misma.
El juego de la lujuria es una historia triste y dura, aunque también esperanzadora y positiva. Abbi tomó malas decisiones, se rodeó de gente indeseable y acabó en un pozo del que por poco no sale. Ha pasado un tiempo en una institución mental y aunque se encuentra muy lejos de estar bien, en su hogar su recuperación tomará más fuerza gracias al baile, el motor de su vida, Abbi acude a una academia de danza con el objetivo de pasar las pruebas de acceso a Julliard, una de las escuelas de artes más prestigiosas del mundo, y allí conocerá a Blake, un joven cocinero londinense que se ha trasladado a Nueva York para cumplir una promesa. La afinidad entre ambos los hará convertirse en pareja de baila, lo que supondrá compartir tiempo, trabajar codo con codo y conocerse cada día un poco más.

La de Emma Hart es una novela que evita caer en lo sencillo y rápido. Cierto es que entre sus páginas encontramos una buena dosis de tópicos y un ritmo quizá demasiado lento por momentos, pero es necesario tener en cuenta que nos encontramos ante una historia basada en sentimientos y no en acontecimientos. Abbi será la absoluta protagonista y con ella su enfermedad, el día a día, las recaídas, las secuelas... Toda esta parte es dura, hay escenas que te ponen los pelos de punta y que te hacen pensar. La depresión se trata con mucho respeto, no hay una curación acelerada ni mucho menos, Abbi tiene aún un largo camino por recorrer y la autora lo deja muy claro. Toda esta parte me ha gustado y la encuentro muy necesaria para comprender bien al personaje.

Y aunque la historia de Blake no es tan complicada como la de Abbi, su pasado tampoco está libre de dolor, por eso reconoce tan rápido el vacío en los ojos de ella. El personaje me ha gustado, es encantador, paciente, comprensivo, generoso... Todo un caballero y un príncipe azul capaz de leer a su pareja y de ofrecerle lo que necesita en cada momento, respetando siempre sus tiempos y velocidades.

En cuanto al romance, lo que surge entre Abbi y Blake tiene algo de cándido e inocente. Ella ha pasado por mucho, se aferra al ballet como a un chaleco salvavidas y no está interesada en conocer a nadie. Blake irrumpe en su vida con mucha calma, despertando sensaciones que a ella misma le pillan desprevenida. Hay inocencia, ternura y paciencia en su relación. Son jóvenes, pero maduros, se toman su tiempo en conocerse, buscan sentirse cómodos con el otro y entre ellos hay desde el primer momento una conexión especial. Además de pareja, con amigos y confidentes.

El juego de la lujuria obtiene una valoración positiva por mi parte. Es una historia entretenida y sencilla a nivel argumental, con un romance dulce y unos personajes cálidos. Hay detalles que no me han acabado de convencer (el tratamiento superficial que se da a la danza, lo ideal que resulta Blake, el ritmo a veces demasiado pesado...), pero la novela siempre ha sabido captar mi atención.

3 comentarios :

  1. Hola
    Cuánta razón tienes. Parece que nada que ver y muy posiblemente intenten llamar la atención de los lectores que se han animado a raíz del boom de la erótica. Yo que huyó de ella ni me habia parado a leer la sinopsis. Lo que cuentas resulta interesante y nunca he leído bada de esta autora, quizás me animé. Ya veremos
    Un besote

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  2. Holaa guapa, yo he leído los dos primero y me enteré el otro día que habían sacado el tercero así que tengo muchas ganas de leerlo.
    Un besito

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  3. Lo tengo apuntado, pero todavía no lo he leído
    un beesito

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