Reseña: 39 cafés y un desayuno

39 cafés y un desayuno

Autora: Lidia Herbada         Género: Narrativa

ISBN: 978-84-670-4224-5     Editorial: Espasa

Martina es una mujer como cualquier otra. En el camino de la treintena, comienza a preguntarse cómo lograr ese amor del que todos hablan y solo unos pocos consiguen. Su hermana Amélie, una chica divertida y apasionada por las nuevas tecnologías, será su cicerone en la búsqueda del hombre perfecto. El amor ya no está en el aire, como decía la canción: ahora está en la red.

Señores y señoras, el amor está en la red. Amélie, conocedora de esta verdad y aficionada a las nuevas tecnologías, quiere ayudar a su hermana Martina, que no tiene suerte en el amor, a encontrar su media naranja a través de Internet. Así que le crea un perfil y comienza  a cribar posibles príncipes azules para luego concertar citas con su hermana. ¿Surgirá el amor en uno de estos múltiples encuentros?

39 cafés y un desayuno es una historia sencilla, ligera, entretenida y corta. No ha sido lo que me esperaba, creía que iba a encontrarme con una historia cercana al chick-lit, con una historia divertida y un poco típica. Pero me he encontrado con una historia que oscila entre una guía para ligar en la red y, al menos en el tono, un libro de autoayuda. Y eso me ha chocado, no os voy a engañar. Me he encontrado con más realidad de la que me esperaba. A veces, en la literatura, se tiende a azucarar esto de ligar a través de internet, o a plantearlo desde una perspectiva cómica, pero en este caso la autora ha optado por un enfoque más realista que pueda servir a los interesados en el tema como manual para moverse en aguas turbulentas. Y si algo nos enseñan Amélie y Martina es que resulta muy complicado enamorarse, más aun si es de una forma tan poco convencional como a través de Internet. La gente miente, prejuzga y desecha sin ningún temor, y es algo que Martina sufrirá en primera persona. Se presenta un panorama no desolador, pero sí menos esperanzador de lo que ocurre en otras historias.

Destaca que la historia no esté narrada por Martina, sino por Amélie, que hace de cicerone y guía  a su hermana, que muestra una tristeza excesiva por no tener a un hombre enamorado en su vida, en el difícil camino del amor online. Este tipo de narración no permite que Martina sea un personaje cercano al lector; la narración está  condicionada por Amélie, que es quien se encarga de presentarnos historia, personajes…

39 cafés y un desayuno no ha sido lo que me esperaba. Me han gustado algunos de sus mensajes y la visión realista que se tiene acerca de las citas a través de páginas de contactos, pero el tono de la historia así como su narradora no han conseguido llegarme.