Reseña: Treinta noches con Olivia

Treinta noches con Olivia

Autora: Noe Casado
Editorial: Grupo Planeta, Esencia
ISBN: 9788408029786
Género: Erótico

Sinopsis:

Olivia quiere dar un giro a su monótona vida y buscar nuevas experiencias. Ella ansía vivir una aventura y liberarse de los cánones establecidos. Pero en el pequeño pueblo de Burgos en el que reside no abundan los hombres.

La oportunidad de dar rienda suelta a sus fantasías se le presenta cuando aparece Thomas, un inglés estirado y prepotente al que ella no soporta, pero por el que se siente tentada y atraída.

Las cosas se complican hasta tal punto que lo que iba a ser un apacible mes de agosto termina desembocando en un tormentoso y ardiente verano, en el que tanto Olivia como Thomas descubrirán que nadie es lo que parece...

Thomas Lewis tiene la vida que desea: es un abogado de éxito, tiene dinero y ha conseguido dejar atrás su pasado. Pero, de buenas a primeras, un abogado español aparece en su despacho, desentierra el pasado y le hace viajar a España para desembrazarse de una herencia que no desea y de una hermanastra a la que no conoce.

No calificaría este libro como una novela erótica, o, al menos, no del todo. Tiene sexo a montones, en distintas posturas y momentos, con juguetes, sin ellos… y el lenguaje es explícito (Noe Casado no se anda con rodeos y sabe sobre lo que escribe). Pero, además, tiene ciertos rasgos de novela chick lit especialmente visibles en las primeras páginas, con escenas e ideas propias de este subgénero y momentos llenos de humor.

La novela se centra en la historia de Olivia y Thomas, dos personajes muy peculiares y que no dejarán a nadie indiferentes. Thomas es un imbécil con mayúsculas. Es prepotente, engreído, maleducado, clasista, superficial, esnob… y la lista puede seguir indefinidamente. Es un personaje que cae mal desde el principio, sobre todo por sus salidas de tono y sus comentarios hirientes y despectivos. Hay momentos en los que parece cambiar, llegas a creer que no es tan malo como aparenta, pero luego abre la boca y lo fastidia todo. Creo que es un personaje bien construido y muy bien perfilado. No es el típico hombre perfecto, sus defectos son muchos y muy variados, pero me parece un hombre real y consecuente con lo que es, guste más o menos.

Olivia es una buena chica, una mujer joven y responsable que se ha encargado de su sobrina adolescente, generosa y simpática con todo el mundo, pero cansada de la vida que ha llevado hasta ahora. Con la llegada de Thomas parece sufrir una revolución y se transforma por completo, comienza a aparentar ser lo que no es (se hace pasar por una mujer cosmopolita experimentada en el sexo), se vuelve sarcástica y cortante, y la convivencia entre ella y Thomas se vuelve muy difícil de soportar.

La relación entre Olivia y Thomas no se caracteriza por el romanticismo. Empiezan con el sexo, fabuloso para ambos; viven una aventura en la que buscan pasárselo bien disfrutando el uno del otro, pero sin implicar los sentimientos. Mantener relaciones sexuales no hace que se caigan bien, siguen teniendo peleas e intercambiando insultos, pero muy poco a poco eso empieza a cambiar; claro que les llevará su tiempo, ambos son muy cabezotas y son tantas sus peleas y diferencias que les resulta imposible creer que pueda haber algún tipo de sentimiento entre ellos. Tienen una relación peculiar, pero teniendo en cuenta cómo son, creo que es el tipo de relación que se espera de ellos. 

El motivo por el que Thomas se queda en el pueblecito de Burgos está muy pillado con pinzas. No quiere estar allí, perdido en un pueblo diminuto, repleto de vecinos cotillas, pero casi sin saber porqué, acaba pasando allí un mes, olvidándose por completo de sus obligaciones (algo raro en alguien como él) y de la urgencia con la que quería zanjar ciertos asuntos.

No me ha gustado nada la constante referencia de Thomas al cuerpo de Olivia como “mercancía”. Me ha resultado muy arcaica, que ella fuera con falda y camisa de tirantes era algo llamativo y negativo para él. El tema del idioma tampoco me ha acabado de convencer. Thomas es británico, y como él mismo dice, sus conocimientos de español se limitan a lo que estudió en  la universidad y a algún viaje en Ibiza. Por ello, me resulta muy difícil comprender cómo sigue sin problemas las conversaciones y entiende los dichos españoles.

Otro personaje fundamental en la historia es Julia, la adolescente de quince años, hermanastra de Thomas y sobrina de Olivia. Para su edad, es una chica muy madura, un importante apoyo para su tía y un verdadero incordio para su hermano. Pero, a pesar de su madurez, también experimentas las dudas propias de una adolescente. Los secundarios no son muchos ni tienen demasiado protagonismo, pero aparecen lo suficiente para contextualizar la historia y crear el ambiente típico de un pueblo.

Noe Casado tiene un estilo ágil, sencillo y directo, el ritmo es rápido, las páginas se pasan con facilidad y la historia está muy bien ambientada, conocemos bastante bien las costumbres y tradiciones (fiestas, gente, lugares de ocio…) de un pequeño pueblo como es Pozoseco de Arriba.

Treinta noches con Olivia es una novela entretenida (menos erótica de lo que podría parecer), con unos protagonistas peculiares que no te dejan indiferentes, momentos de humor y pasión, y una portada poco acertada.