Reseña: El final del invierno

07 mayo 2012


Ya nos habréis percatado de que llevo unos días algo asuente, ¿el motivo? la universidad. Cada vez tengo más cosas que hacer y menos tiempo para leer y pasarme por aquí. Intentaré ser más regular y actualizar a menudo. ¡Ahora vamos con la reseña!

El final del invierno
Autora: Lola Rey Gómez
Editorial: Planeta, Zafiro
ISBN: 978-84-08-10841-2
Género: Histórico

Sinopsis:

Silvia y John sobreviven pidiendo e incluso robando en uno de los barrios más pobres de Londres. Sueñan con salir un día del barrio y vivir juntos su amor, pero el padre de la joven la vende a un noble. John no pierde la esperanza de encontrarla algún día. Convertido en un hombre sin escrúpulos, se enriquece con negocios de juego y prostitución. Cuando se reencuentran años más tarde, Silvia deberá decidir si acepta en su vida al hombre que ama pero que representa la sordidez que ha logrado dejar atrás.


Estamos acostumbradas a novelas históricas en las que el protagonista masculino, después de una infancia de pobreza y necesidad, ha conseguido convertirse en un hombre poderoso y con dinero. En este caso, nos encontramos con esto pero la autora, Lola Rey, decide contarnos en profundidad como fue esa época, y nos narra en la primera parte de la novela la juventud de ambos personajes, nacidos en una de las zonas más pobres de Londres, en la que la gente se ganaba la vida como podía, robando, mendigando o incluso matando, y nadie cuidaba de nadie. Esta es la verdadera novedad y el acierto de esta novela: narrar algo que en la mayoría de historia se menciona o recuerda, pero que no se cuenta en profundidad.

Silvia vive una situación desesperada: su padre, un ser malvado y violento, tiene aterrorizada a su familia y está a punto de acabar con su pobre madre de todas las palizas que la propina. Para ganarse la vida y traer dinero a casa, dinero que su padre se gastará en tabernas y prostitutas, mendiga en una de las calles más céntricas de Londres, donde las damas de alta sociedad se compadecen de una jovencita tan hermosa y desgraciada, y la dan algunas monedas. Dentro de su desgracia es afortunada porque su padre ha dejado de pegarla, no conviene que la gente la vea golpeada, de ser así no la darían limosna. John, seis años mayor que ella, también comparte tan desafortunado destino, pernocta en un almacén abandonado y durante el día roba lo que puede para sobrevivir. John es plenamente consciente de la presencia y belleza de Silvia, la ha admirado desde lejos hasta que una serie de circunstancias les acercan, haciendo que entre ellos surja un intenso amor, que se verá truncado por las ambiciones y la falta de escrúpulos del padre de ella, que no dudará en venderla a un pervertido barón por un puñado de monedas.

La ambientación de la novela está muy cuidada y nos acerca a una parte de Londres alejada del lujo propio de la aristocracia. Viajamos por lo peores barrios de la ciudad, nos adentramos en la vida de una familia que vive en la más absoluta pobreza, expuestos a enfermedades y a morir de hambre, conocemos el modus operandi de los pequeños landronzuelos, que se aprovechan de los despistados transeúntes, y vivimos la absoluta crueldad de un ser abyecto que pega y abusa de su familia.

John es un personaje a la altura de las circunstancias y que sabe conquistar al lector. A pesar de todo el horror por el que ha pasado, hay luz en él. Quiere a Silvia con locura, ella es su único sueño y su única esperanza, el motivo por el que quiere salir del mundo en que ha vivido toda su vida. Pero, desgraciadamente, toda esa luz se esfumará con la desaparición de Silvia, y John se convertirá en un hombre duro, frío e implacable. Lola Rey no engaña al lector, no rebaja la dureza de la vida y acciones de John: regenta con mano de hierro un lugar de juego en el que también se ofrece el servicio de prostitutas, ha matado a hombres y muestra muy poca compasión por nadie.

Silvia, de belleza angelical, es una mujer fuerte y compasiva. Lo único bueno en su vida han sido su madre y John. Intenta superar su pasado, dejar de lado el horror de su infancia y ganarse la vida de una forma digna, comportándose con rectitud, ¿cómo reaccionará cuando se entere del estilo de vida del hombre que ama?

La novela, dividida en dos partes (en la primera se narra su adolescencia, mientras que en la segunda se narra el período en el que ambos han abandonado el lugar en el que nacieron), destaca por la primera; la segunda es, quizás, demasiado precipitada y, en mi opinión, le faltarían algunas páginas  en las que haberse extendido en algunas escenas.

Porque Londres no es tan bonito como siempre hemos leído y el amor puede surgir incluso en las peores circunstancias, merece la pena darle una oportunidad a El final del invierno, una novela muy bien ambientada.

4 comentarios :

  1. La verdad es que tiene muy buena pinta, es la segunda reseña que leo sobre este libro.

    Seguramente me anime a leerlo.

    Un besazo.

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  2. Hola!
    Siempre leemos libros ambientados en las zonas de alta sociedad y si van a los suburbios los protagonistas lo hacen como un juego, aun a sabiendas de que se ponen en peligro. Me he llamado la atención que sea ahí donde transcurre está novela así que posiblemente le eche un ojo *.O
    Un besote!

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  3. Tengo la novela pendiente y unas ganas de leerla enormes.
    Me gusta que sea un poco diferente a donde se suelen emplazar las novelas históricas.

    Un beso y suerte con la universidad. Yo ando en lo mismo xD

    Dácil

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  4. Tengo ganas de leer, gracias por la reseña ;)

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