Reseña: Las guerreras de Rivenloch: Helena

Las guerreras de Rivenloch: Helena

Autora: Sarah McKerrigan
Editorial: Grupo Planeta, Esencia
ISBN: 9788408088264
Género: Histórico
Serie: 2º- Las Guerreras de Rivenloch

Sinopsis:

Nacida y criada como una guerrera, Helena de Rivenloch está desesperada por salvar a su hermana menor de un destino peor que la muerte: el matrimonio.

Después de intentar, y fallar, asesinar al novio, hará lo único que se le ocurre. Toma al brazo derecho del novio, el apuesto caballero Colin du Lac, como prisionero. Y descubre que su nuevo cautivo es un caballero de pies a cabeza, a quien su comportamiento le divierte, y mucho más peligroso que ningún otro caballero al que se ha enfrentado jamás.

Du Lac no tarda en intercambiar ocurrencias en lugar de estocadas, miradas que llevan a besos, y en asediar las intactas pasiones de Helena. Pero du Lac no quiere a una mujer guerrero como esposa, y Helena no desea casarse.

¿Cuánto tiempo, pues, podrán disfrutar de los placeres del dormitorio antes de forjar una alianza entre sus luchadores corazones?

Helena está rabiosa, por orden del rey David de Escocia, una de sus hermanas, la menor, Miriel, tiene que casarse con sir Pagan Cameliard y este, además, pasará a ser el señor de las tierras de Rivenloch y poseedor del castillo familiar. Para intentar salvar a su hermana, decide asesinar a Pagan pero no logra su cometido pues Colin du Lac, mano derecha del normando, la detiene en el intento. Para evitar que Helena cometa más locuras, Colin la encierra la encierra en las mazmorras del castillo y para cuando ella logra liberarse ya se ha tenido lugar el matrimonio de Pagan con una de sus hermanas. Pero Helena no desiste y en un último intento por acabar con ese matrimonio, la doncella guerrera de Rivenloch, secuestra a Colin y se lo lleva al bosque, con la esperanza que el matrimonio sea disuelto como pago por el rescate de Colin.

Helena es toda una guerrera, subcomandante de la guardia de Rivenloch, está acostumbrada a imponer su voluntad, lo que la hace pecar de arrogante. La mayoría de los hombres, al conocerla, reaccionan con violencia o rabia, pues ella no cumple con lo que se espera de una mujer, o bien se rinden y acobardan por miedo a hacer daño a una mujer. Colin no sigue ninguno de estos dos patrones, la sigue el juego, la pincha, la lleva la contraria…

Colin es vanidoso, despreocupado y coqueto. A pesar de ser uno de los mejores guerreros de los normandos, tiene muy buen carácter, bromea, es alegre… Encuentro ciertas contradicciones en el personaje: afirma no ser un mujeriego pero, a la vez, reconoce haberse acostado con tantas mujeres que no recuerda el número.

Entre ellos saltarán chispa, la impetuosa Helena detesta al Colin desde el primer momento solo por ser normando. Colin tendrá la paciencia de un santo porque, en ocasiones, soportar a Helena es casi imposible. Sus disputas y enfados serán constantes; Helena se deja llevar por la furia y no piensa.

Me he encontrado con algunas expresiones (“me he cepillado a…”, “gatita”) que no me parecen muy propias de la, época (s.XII), desentonan.

La trama del secuestro me ha parecido bastante floja. Helena es muy ilusa si piensa que Pagan va a romper su matrimonio porque ella haya secuestrado a Colin. Colin, como guerrero que es, cuenta con mil y una oportunidades para escapar de Helena pero no lo hace y el secuestro acaba convirtiéndose en un camping: perdidos en medio del bosque, ella caza y él cocina deliciosos manjares que comen en una cabaña que han encontrado, todo demasiado feliz. 

Me ha gustado que la autora haya cambiado los roles de los protagonistas: ella es un desastre en la cocina mientras que él es todo un manitas y se defiende muy bien entre los fogones. El punto más fuerte de la historia son sus personajes femeninos: Helena y Deirdre son un par de mujeres de armas tomas, valientes, decididas e independientes, tan capaces como cualquier hombre.

La historia de Helena y Colin no os dejará huella. Es una historia entretenida pero previsible, sabes desde el principio que va a pasar y como y dado que la narrativa de Sarah McKerrigan me he dejado fría, el libro no me ha parecido nada del otro mundo. Decidí comprarme este libro a pesar de ser el segundo de la trilogía porque era el que más me interesaba (por cierto, se pueden leer de forma independiente) y he decidido no comprarme los otros dos, esperaba algo más de este.

Una historia y previsible. Lo mejor son sus personajes femeninos: mujeres fuertes, luchadoras y valientes.