Autora: Shannon McKenna
Editorial: Suma de Letras, Manderley
ISBN: 978-84-8365-0707
Género: Contemporáneo
Editorial: Suma de Letras, Manderley
ISBN: 978-84-8365-0707
Género: Contemporáneo
Sinopsis:El depredadorOro. El metal más precioso. Y alguien mataría para poder quedarse con alguna de las piezas de un tesoro español de valor incalculable que Abby Maitland ha entregado al museo. Y Zan Duncan ha tenido que aparecer para protegerla, pero alguien está esperando, y vigilando. Ella está en una encrucijada y no sabe qué hacer.La víctimaAbby se siente atraída por la increíble fuerza de Zan y por su atractivo sexual. Desde su largo cabello negro, los prietos y duros músculos y la negra chaqueta de piel que cubre su capacidad de lucha y sus tatuajes.Zan es la viva imagen de un chico malo… y todo lo que Abby juró evitar. No obstante, él es un maestro de la sutil seducción, toca puntos en ella con tan sólo increíbles promesas de noche tras noche de secretos e inefable placer. Promesas que le mantienen a raya…Pero el peligro les persigue, pues un juego letal de engaño, codicia y muerte les sigue; un juego más siniestro de lo que Abby y Zan han podido imaginar jamás. Y cuando no pueden confiar en nadie y no hay un lugar seguro para ellos, la pasión puede ser la única cosa que les pueda salvar…
A pesar de ser este el segundo libro que me leo de Shannon Mackenna he reconocido fácilmente su estilo porque tiene bastantes semejanzas con Vuelve a mí. El sexo, la narrativa, el criminal que se descubre a sí mismo demasiado pronto… ¡hasta la edición del libro!
Abby tiene un puesto de trabajo
respetable en un museo. Atrás ha dejado su parte rebelde, esa que la hacía
fijarse en tipos malos que la destrozaban el coche o provocaban un registro
policial en su casa en plena madrugada. Lo que ella quiere es encontrar un
hombre culto, serio, formal y con dinero que nunca la haga vivir os riesgos que
tanto ansió en el pasado. Así, vade cita en cita con hombres que tienen
algunas de esas características pero que no la gustan nada. Después de una de
esas citas fallidas, pierde las llaves de su casa a manos de un hombre borracho
y despechado por su rechazo. No la quedará más remedio que llamar a un
cerrajero para que la abra la puerta de casa. Ella se esperaba al típico hombre
maduro, nada atractivo, así que se llevó una buena impresión cuando en su
puerta se presentó un hombre joven, atractivo, con melena y un tatuaje en el
cuello: Zan.
Desde el primer momento salta la
chispa entre ellos pero Abby va a intentar resistirse pues Zan tiene toda la
pinta de ser el tipo de hombre con el que se ha jurado no estar. Claro que ella
no ha contado con la persistencia de Zan, que encaprichado de ella, no va a
dejar de perseguirla.
Abby lo ha pasado mal durante una
buena parte de su vida, no tuvo estabilidad y es normal que eso sea lo que quiera
para su futuro, pero en algunas ocasiones me ha exasperado por completo su
deseo de emparejarse con un hombre que cumpla unos requisitos tan frívolos como
tener un buen trabajo y dinero.
La relación entre Zan y Abby va a
estar repleta e altibajos. Ella se resiste todo lo que puede, no tiene
paciencia con él y lucha por malinterpretar todo lo que él dice o hace y no
duda echárselo en cara en cuanto puede. Él se comporta en muchas ocasiones como
un hombre de las cavernas: posesivo, celoso y controlador. En pocos momentos va
a haber paz real entre ellos, pues siempre acaban peleándose.
Es una novela muy erótica. Ambos
personajes son muy sensuales y el sexo entre ellos es uno de los pilares de su
relación. Shannon Mackenna no se anda
con eufemismos ni medias tintas y llama a las cosas por su nombre. Ha
conseguido transmitir el potente deseo que sienten los personajes y hay escenas
de alto voltaje.
Junto a la trama principal, la
relación entre los personajes, aparece la amenaza de un asesino obsesionado con
robar tesoros. En este caso se ha fijado
en el oro español que próximamente va a exponerse en el museo en el que trabaja
Abby.
Creo que Shannon habría logrado
crear intriga en la novela si no hubiera desvelado en el prólogo quien era el
ladrón. Capítulo a capítulo conocemos cuales son sus planes y eso le
resta mucho interés a la historia porque la hace pecar de predecible en ese
aspecto.
Tiene muy buena pinta. Me lo apuntó.
ResponderEliminarUn beso
este lo leí hace tiempo y me gustó mucho.
ResponderEliminarbesos