Reseña "Con derecho a roce"

02 octubre 2011




Título: Con derecho a roce
Dirección: Will Gluck
Género: Comedia romántica 
Sinopsis:Cuando Jamie, una cazatalentos de ejecutivos neoyorquina, convence a Dylan, un reconocido director artístico de Los Ángeles, para aceptar un trabajo de ensueño en Nueva York, ambos descubren en seguida que son almas gemelas. Los dos han sufrido tantos fracasos amorosos que están listos para darse por vencidos en el amor y centrarse en la diversión. Y así comienza un experimento deliciosamente sexy y adulto. ¿Serán capaces estos dos amigos, ambos con éxito, solteros, y quemados con el compromiso, de explorar un territorio nuevo? Si añaden sexo promiscuo “sin emociones” a su amistad, ¿podrán evitar todas las trampas creadas al pensar que alguien es algo más que un simple colega?






Opinión:
La trama no es novedosa, todo lo contrario, es un tema recurrente tanto en libros como en películas, al que se sigue dando muchas vueltas, casi siempre desde el mismo enfoque y con los mismos resultados.

Dos personas que por cuestiones laborales se conocen y entablan una buena amistad. Entre confesión y confesión, ambos se dan cuenta de que lo que necesitan es sexo sin compromiso, sin las ligaduras emocionales que conlleva. Como son amigos y parecen llevarse tan bien, ¿por qué no intentarlo? En un visto y no visto comienzan esta relación de amistad con sexo de por medio. Todo parece ir bien hasta que en un momento determinado, Jamie decide terminar con esa relación sexual porque lo que busca ahora es una relación de pareja. Todo acaba sin problemas, ella inicia una relación con un oncólogo y continúa su amistad con Dylan. El resto lo podéis adivinar vosotros.

Una cinta demasiado previsible, que cae siempre en los tópicos.

La pareja protagonista, Dylan y Jamie, es demasiado perfecta en muchos aspectos: ambos son atractivos, con éxito, jóvenes, emprendedores, modernos... No parecen reales.

La relación entre ellos es demasiado previsible, nada te llama la atención, nada te intriga, sabes lo que va a pasar a cada instante.

En la película hay varias escenas sexuales, todas muy parecidas, utilizando casi siempre los mismos planos y dejándonos ver más de la chica que del chico. Se me ha hecho cansino ver constantemente escenas en las que ellos están desnudos pero aparece algún objeto que les tapa las partes nobles.

Ninguno de los actores me ha cautivado con su interpretación, ni siquiera me han llamado la atención. Tampoco los personajes secundarios, la madre de ella y el padre de él, han despertado mi interés. La madre de Jamie es una mujer joven, que vive la vida como mejor la apetece, siempre rodeada de algún hombre. Ha sido una madre negligente, que ha dejado desfilar por su casa y su cama un número elevado de hombres. Pese a ello, quiere a su hija y parecen llevarse más o menos bien. El padre de Dylan, el otro personaje secundario, es un hombre enfermo de Alzheimer, a quien su hija admiraba mucho pero del que ahora se avergüenza. Se intenta dar una nota cómica a este personaje pero no se consigue.

Lo mejor de la película es el inicio, cuando desarrollan su amistad, pues en la parte emocional, de pareja, no me les creo.

Película  cliché, que encantará a los amantes del género pero a que otros dejará indiferentes.


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