Reseña: Lo que encontré bajo el sofá

Lo que encontré bajo el sofá

Autor: Eloy Moreno                     Género: Narrativa

ISBN: 9788467035025               Editorial: Espasa

¿Qué ocurre al mover un sofá? ¿Y al mover una vida?

Quizás encuentres objetos -o personas- que ya habías olvidado, un calcetín que se quedó sin pareja o una pareja a la espera, esquirlas de otra vida... o uno de esos secretos que te obliga a pronunciar la frase que lo cambia todo: "tenemos que hablar"

¿Y si movemos una sociedad?

Entonces uno se da cuenta de que vive en un lugar con demasiados gusanos para tan poca manzana. Pero también un lugar donde, al observarnos, descubrimos que somos los primeros en hacer aquello que tanto criticamos.

Cuando en 2011 Espasa publicó El bolígrafo de gel verde , los lectores se encontraron con un libro que ya empezaba a triunfar en las redes sociales pero cuyo contenido era un misterio. Dos años después, Eloy Moreno publica su segunda y esperadísima novela. De nuevo, el “de qué trata” es lo de menos, porque hay historias que no pueden resumirse en unas líneas.

Lees la sinopsis de Lo que encontré bajo el sofá y te quedas como estabas al principio, sin saber de qué iba la historia. Y yo no os lo voy a descubrir, no quiero quitaros la oportunidad. Solo se me ocurre una idea para presentaros esta historia. Meted en una coctelera algunos de los siguientes ingredientes: corrupción, acoso escolar, doble moral, violencia, amor, inocencia, fidelidad, pederastia, suicidio, corrupción política, religión, felicidad, esperanzas, valentía y cobardía, ¿ley=justicia?, religión, injusticia social, vida, muerte, educación y soledad. Después, agitad con ahínco y un poco de rabia, y tendréis en vuestras manos Lo que encontré bajo el sofá, una novela sincera, realista y reflexiva, que realiza una crítica social despiadada, en la que nadie se libra.

Eloy Moreno convierte al lector en un observador invisible, presente en la vida de cantidad de personajes, en un espectador a veces horrorizado, otras entristecido, desilusionado, esperanzado, sorprendido o atemorizado. Ha conseguido atraparme desde el primer momento, resaltar la crudeza de lo cotidiano, hacer que detuviera mi mirada en los pequeños detalles del día a día que siempre pasamos por alto pero que definen personas y vida. Pero, sobre todo, me ha provocado vergüenza y asco hacia el ser humano. Así de claro y así de duro. Ser testigo de tal cantidad de injusticias ha sido difícil, me ha enfadado y enrabietado.

Multitud de historias, que sería imposible contar por separado y cuya magia está precisamente en esos momentos robados, forman parte de esta novela. Y lo mismo pasa con los personajes, son muchos los que se pasean y arrastran por entre sus páginas, pero solo unos pocos cobran cierto protagonismo, aunque todos, más o menos, nos impactan con su historia. Me ha sorprendido como el autor teje en una gran telaraña en torno la vida de todos sus personajes, como los conecta y liga. Logra transmitir una sensación contradictora de cercanía y distancia a la vez. No conectas con los personajes, que a veces no traspasan el anonimato de las sombras, de una historia triste, pero no te dejan impasibles.

El estilo del autor es sencillo, pero también directo y emotivo. En pocas palabras dice mucho, y en ocasiones hasta las palabras sobran, pues ciertas escenas tienen mucha intensidad y te dejan con una sensación agridulce, que deja sus posos. Destaco también la gran ambientación de la novela, que deja entrever la pasión del autor por Toledo, una ciudad rica en leyendas, historia y recovecos dignos de conocer.