Reseña: Trono de cristal

Trono de cristal

Autor: Sarah J. Maas                   Género: Juvenil

ISBN: 9788420403670               Editorial: Alfaguara

Tras un año de trabajos forzados en las minas de sal, la joven asesina Celaena Sardothien ha sido convocada por el príncipe del Reino de Endovier. Celaena no ha acudido con la intención de acabar con la vida del príncipe, sino con el deseo de conquistar su libertad. Si vence a veintitrés asesinos, ladrones y guerreros en una competición a vida o muerte, será liberada de prisión para ejercer como campeona real.

El príncipe la aconsejará. El capitán de la guardia la protegerá. Pero algo maligno se esconde en el palacio de cristal, y está allí para matar. Mientras sus competidores van muriendo uno a uno, la lucha de Celaena por conquistar su libertad se convierte en una lucha por sobrevivir y en una incesante búsqueda del origen del mal antes de que destruya el mundo.

Sarah J. Maas interrumpe en el panorama literario español con una novela juvenil de fantasía época descarada, interesante y muy entretenida. Al cóctel le añade romance, acción (enfrentamientos, luchas, pruebas, entrenamientos…) y suspense (asesinatos, apariciones misteriosas, magia…). La autora sabe combinar muy bien todos sus ingredientes, nos da poco de cada uno de ellos en diferentes momentos y logra que tanto la trama principal como las subtramas vayan avanzando a la par.

Celaena, la asesina de Erilea, está presa en minas de sal de Endovier, donde recibe un trato inhumano. Allí recibe la inesperada visita del heredero de Ardalan, que le hace una oferta muy atractiva: si logra convertirse en la campeona del rey (para lo que deberá participar en una competición y derrotar a otros veintitrés delincuentes de la peor calaña –asesinos, militares expulsado del ejército, ladrones…–), obtendrá su libertad, claro que para eso tendrá que pasar varios años al servicio del monarca. A esta trama, que es el eje de la historia, se le van añadiendo pequeñas subtramas que alimentan el conjunto final y captan el interés del lector.

Celaena y su indómito carácter son los protagonistas absolutos de la historia. Como personaje, tiene un perfil muy interesante que la autora ha sabido explotar muy bien. Es descarada e irreverente, de lengua larga y afilada, con mucha confianza en sí misma –a punto de caer en la arrogancia–, una autoestima sólida y un carácter pícaro y travieso. Me he gustado bastante ya que se aleja de las típicas protagonistas sosas, aburridas y algo pazguatas que abundan en el género, aunque también me ha desconcertado con ciertas incoherencias. Celaena es una asesina brutal y despiadada, solo con oír su nombre la gente enmudece (así nos la presentan), pero luego nos encontramos, al menos a ratos, con una chiquilla superficial y presumida que busca atraer la atención de quienes están a su alrededor y que no parece demasiado letal.

En cuanto al resto de personajes, tenemos al príncipe Dorian, voluble, caprichoso, simpático y demasiado típico para mi gusto (con ese cambio tan radical, que le hace pasar de ser un Casanova, a beber los vientos por Celaena). Aunque si rascamos en la superficie vemos que hay un poco más de lo que parece en la primera impresión. Y luego está  Chaol, el capitán de la Guardia real, gran amigo del príncipe y protector obligado de la asesina. Serio, protector e introvertido, arisco en todo momento, aunque por momentos baje la guardia, pero no demasiado. Como sé que intuís, mi manera de presentarlos no ha sido casual ni objetivo. Ante nosotros se extiende lo que parece ser un largo triángulos amoroso: príncipe, asesina y guardia real. Si algo me ha gustado de esta parte es que no hay amor a primera vista ni promesas de amor eterno. Hay coqueteo, algún arrumaco y varias indirectas, pero el romance no es el eje de la historia, y se nota. En cuanto al resto de personajes, tenemos al amigo y aliado en aprietos, al enemigo, un malo malísimo, a un rey cruel y despreocupado y a una amiga que dará que hablar y que está muy bien construida, Nehemia.

La novela resulta ágil aunque no original. El estilo de la autora es sencillo y muy cercano, sobre todo gracias a su protagonista, que cae simpática. Siempre pasa algo, un nuevo asesinato, algún conflicto entre personajes, un misterio que sale a la luz… lo que alimenta la historia y permite que el ritmo, que no es trepidante, sea estable. La autora se ha quedado corta en descripciones y eso hace que el contexto, con potencial, se resienta, que parezca poco trabajado y a ratos confuso.

Trono de cristal es el inicio de una serie que promete acción y aventuras, pequeñas dosis de amor y magia e interesantes misterios.