Reseña: Invisible, Eloy Moreno

Eloy Moreno · Narrativa · Nube de tinta

Congoja, dolor, estupefacción, rabia, temor, incertidumbre... ¡cuánto me ha hecho sentir Invisible! Durante casi trescientas páginas me he sentido pequeñita, impotente, asfixiada y muy acongojada, con lágrimas siempre presentes en mis ojos y un nudo en el pecho. Eloy Moreno ha conseguido estremecerme de una forma conmovedora, me ha obligado a devorar el libro en solo unas horas y me ha dejado tocada con esta desgarradora historia.

¿Quién no ha deseado alguna vez ser invisible?

¿Quién no ha deseado alguna vez dejar de serlo?

El problema es que nunca he llegado a controlar bien ese poder:

A veces, cuando más ganas tenía de ser invisible, era cuando más gente me veía, y en cambio, cuando deseaba que todos me vieran, era cuando a mi cuerpo le daba por desaparecer.

En Invisible el autor toma la voz de un niño y logra, a mi juicio de forma magistral, transmitir cómo se ve la realidad desde la infancia. Mediante capítulos cortos, el uso de diferentes personas, un lenguaje sencillo y situaciones muy expresivas, el autor logra crear un ambiente que atrapa al lector, no por lo diferente ni por lo detallado, sino por la realidad, la emoción, la tensión y los significados que contienen. Me ha encantado el uso del lenguaje y el simbolismo, cómo el autor ha sabido empaparse de la inocencia propia de la infancia y plasmarlo mediante palabras que rompen al lector. Una prueba de que no hacen falta mil páginas ni detallar al milímetro determinadas situaciones para que el mensaje llegue y cale. Bravo, de verdad.

El tema en torno al que gira la historia, y que no os voy a desvelar porque parte de la magia reside precisamente en descubrirlo, es de gran actualidad y está tratado con un realismo y un respeto que me han encandilado. Eloy Moreno no tira balones fuera, hace pensar al lector, incluso te llegas a sentir culpable ¿(y si alguna vez tú has participado en algo así?). Los mensaje que trasmite y su forma de acabar la historia me han parecido acertados, desgarradores y contundentes. ¿Hay moralejas? ¡pues claro! pero es que en un tema como el que aquí se aborda es imposible no hacerlo, no sería coherente. Pero esto no quiere decir que haya sentido que el autor nos estuviera aleccionando, sino que más bien nos apremiaba a abrir los ojos. Por eso mismo, creo que Invisible debe ser una lectura obligatoria para jóvenes y adultos, porque nos recuerda que no todo vale, que mirar hacia otro lado es lo peor que podemos hacer, que la realidad no siempre es bonita, que los hechos tienen consecuencias, que los monstruos existen y no es necesario ir demasiado lejos para encontrarlos.

Leed Invisible, estoy segura de que no os vais a arrepentir. Entre sus páginas he encontrado una historia desgarradora y conmovedora que me ha conmovido, acongojado, emocionado e inquietado, que me ha hecho agarrarme el pecho por el dolor, me ha encogido el corazón y me ha hecho derramar lágrimas. ¡Dale una oportunidad!