Reseña: Nadie como tú

Nadie como tú

Autora: J. A. Redmerski             Género: R.Contemporáneo/¿Young adult?
ISBN: 978-84-08-12435-1        Editorial: Planeta

«–Hay que vivir en el presente –afirma.

–¿Qué es para ti vivir en el presente? –le pregunto.

–Pues simplemente que pensar y hacer planes es una gilipollez

–afirma–. Si piensas en el pasado, no avanzas. Vive

en el momento, donde todo es como debe ser, tómate tu

tiempo, pon freno a tus malos recuerdos y llegarás adonde

quiera que vayas a llegar mucho más deprisa y topándote

con menos baches en el camino.»

Todo viaje es una aventura en la que a veces tienes que romper con todo, perderte, arriesgarte por tus sueños. Déjate llevar por el corazón; el amor te está esperando en alguna parte. ¡Sal a buscarlo!

No todas las historias tienen el poder de engancharte desde sus primeras páginas, a veces, ese embelesamiento con una historia surge poco a poco, no llega de sopetón, sino que es algo paulatino, que surge con tiempo y dulzura. Eso me ha pasado a mí con Nadie como tú, una novela que va de menos a más, que avanza con calma y te emociona. No me atrevería a decir que el libro es una montaña rusa de emociones, no tiene el tipo de intensidad necesaria para serlo, pero sí que es un libro intenso y muy emocional, que sabe despertar los sentimientos del lector, que a veces te arranca sonrisas y otras veces te hace llorar. Pero que, sobre todo, siempre te mantiene enganchado a la historia, deseando saber qué caminos van a tomar los protagonistas, y, por qué no decirlo, ansiando que entre ellos haya algo más que una amistad. Porque aunque aquí el romance es una parte importante de la historia, no es el único hilo de la historia, ni siquiera el primero con el que nos topamos. Nadie como tú habla, entre otras cosas (amistad, amor, familia…), de la necesidad de conocerse bien a uno mismo y ser lo suficientemente valiente para mostrarlo. Es mucho más sencillo quedarte en tu zona de seguridad, hacer lo que todo el mundo espera de ti, estudiar, tener un trabajo, formar una familia, una casa… ¿Pero qué pasa cuando tus necesidades son otras y no te atreves a dejarlas salir por miedo a lo que los demás piensen o a que las cosas salgan mal?

Camryn siente que no está a gusto con su vida, intuye que es lo que necesita, pero no es lo suficientemente fuerte como para hacerlo. Hasta que un buen día encuentra esa valentía impulsada por una serie de desagradables circunstancias, y emprende un viaje solitario en autobús, con un destino incierto pero la certeza de que va por el buen camino. En uno de esos autobuses que toma se encuentra con Andrew, que se convertirá en el mejor compañero de viaje que podría haber encontrado, y que la enseñará el verdadero significado de la palabra vivir y que, además, la ayudará a conocerse mejor a sí misma, a aceptar su pasado y a vivir plenamente el presente sin estar condicionada por el futuro o los demás.

No es habitual encontrarse con personajes jóvenes (Cam tiene veinte años y Andrew veinticinco) tan maduros, profundos y centrados, por eso siento la necesidad de remarcarlo. Cam podría haberse convertido fácilmente en uno de esos personajes que detesto, superficial, egocéntrica y mimada, pero no ha sido así; y en su lugar me he encontrado con una chica algo perdida, que desea con intensidad, pero que se queda en el quiero y no puedo; aunque con la inestimable ayuda de Andrew afrontará un proceso de maduración que me ha encantado y se nos descubrirá como una chica divertida, sincera y con un punto pícaro. Y en cuando a Andrew… ¿qué puedo decir de él? Me ha parecido adorable. Es generoso, sincero, protector, divertido, travieso, natural, amable, romántico… y la lista sigue y sigue. Cala muy pronto a Cam, sabe lo que necesita, le ayuda a conseguirle y la hace feliz. La autora ha construido un personaje masculino del que cualquier lectora podría enamorarse y eso es un aliciente indiscutible para mi lectura.

La historia de amor entre Cam y Andrew es dulce, natural e intensa. Desde el primer momento se ven que son almas gemelas, rebosan una química increíble y a pesar de todos los obstáculo que le ponen a su relación, que nunca resultan forzados, tienes la certeza de que deben acabar juntos. Pero no solo hay amor entre ellos, este tarda en llegar y está precedido por una camaradería que les hace medio desnudar su alma al otro, atreverse a desvelar sus anhelos más secretos. Hay amor, pero también mucha amistad, comprensión y cariño de por medio.

La autora tiene un estilo sencillo y sabe darle la justa importancia a las partes más introspectivas y a la “acción”. Acierta combinando el punto de vista de ambos personajes, pues te ayuda a conocerlos mejor, aunque se precipita en el final, donde ventila demasiadas cosas en un capítulo.

Nadie como tú me ha emocionado y me ha dejado con muy buenas sensaciones. Es una historia sencilla, sí, pero ha sabido llegarme. El viaje de Andrew y Cam está lleno de moralejas y su historia de amor me ha enternecido.