Reseña: Atada a ti

Atada a ti

Autora: Sylvia Day      Género: R. Erótico

Editorial: Espasa         Serie: 3º Crossfire

El oscuro y exquisito placer de la posesión... «Gideon Cross apareció en mi vida como un rayo en la oscuridad… Era guapo y brillante, imprevisible y sensual. Me atraía como nadie ni nada lo había hecho nunca». Sexy, adictiva y seductora, la tercera entrega de la serie Crossfire consolida su gran éxito internacional y se devora con avidez.

No soy la única que esperaba este libro con ganas, y no sólo por lo que la relación entre Gideon y Eva pudiera ofrecernos, sino también por cierto asunto que sucede al final de Reflejada en ti y que a muchos nos dejó con ganas de más. Y sí, Sylvia Day nos ha dado más, pero no más de los que yo esperaba, al menos en parte.

Gideon y Eva siguen luchando por sacar adelante su relación, disfuncional en muchos sentidos, pero no lo tienen nada fácil. Además de todas las presiones y amenazas del exterior, ellos mismos son la traba más difícil de superar (sus miedos, sus celos, su falta de confianza, su posesividad…). Su relación sigue siendo tan intensa como en los libros anteriores, y el sexo sigue siendo su principal nexo de unión, la forma que tiene de demostrarse el uno al otro que se quieren. Y sobre esto no tengo queja alguna (Sylvia Day regresa con una sexualidad cruda, descarnada e intensa), la pareja va avanzando a pasos lentos pero seguros, tiene mucho sexo (¿quizás demasiado?), pero las conversaciones entre ellos comienzan a ser más habituales y profundas y ya no temen mostrar sus sentimientos, es más, lo necesitan.

Está claro que la relación entre Eva y Gideon nunca será como la de una pareja normal, tienen demasiados demonios y han pasado por mucho dolor. Ambos están obsesionados por el otro, se necesitan casi para respirar y son posesivos, muy, muy posesivos. La autora ha sabido plasmar muy bien estos sentimientos y ha conseguido que, al menos a mí, me llegasen. Tanto Eva como Gideon necesitan saber constantemente que el otro está ahí para él, que le desea y que es suyo. Me ha dado la sensación de que en este tercer libro Eva se vuelve más egoísta y Gideon, movido por el arrepentimiento y el amor, cede siempre a los deseos de ella, demasiado para mi gusto. Eva chasquea los dedos y Gideon deja lo que esté haciendo, sea importante o no, para ver que le ocurre. Sé que Eva es  vulnerable, exigente y dependiente, pero me ha resultado demasiado egoísta. Entiendo que lo que pasó en el segundo libro la haya dejado dolida, no le quito importancia a su sufrimiento, pero creo que abusa demasiado del amor de Gideon, especialmente en lo que se refiere al tema de los celos. Ella, que es tan celosa.

La relación entre Eva y Gideon ha sabido engancharme, se vuelve más tierna y dulce que en los libros anteriores, pero la pasión sigue ahí, más intensa que nunca. Sobre esto no tengo quejas. Lo que me ha molestado es lo poco que se avanza en este libro en todo salvo en la relación amorosa de los protagonistas. Sylvia Day va soltando información con cuentagotas,  lo deja todo en el aire, los conflictos anteriores y los nuevos que plantea. En más de cuatrocientas páginas no se avanza prácticamente nada y es algo que no se puede pasar por alto. Los personajes secundarios, que tanto me gustan, parece pasar por lo mismo y sus historias se quedan en hiatus.

Atada a ti va de menos a más, pues, aunque el libro se centra exclusivamente en la relación amorosa de la pareja, conforme nos vamos acercando al final aumentan la tensión y el interés, que se suman al ritmo ágil y al estilo sencillo y directo de la autora. Gideon, Eva y su amor tienen mucha fuerza, saben captarte y hacer que te pique la curiosidad por saber cómo va a continuar su historia, que como habréis intuido no concluye en este libro, sino que en total serán cinco. Confío en que Sylvia Day sepa explotar todo el potencial de la trama en el siguiente libro y que no solo se centre en la relación amorosa de Eva y Gideon (que, ojo, me parece interesante), sino que de espacio e importancia a la trama de suspense, a la historia de Cary y de los padres de Eva, entre otras.