Autora: Laia Soler Género: Juvenil
Editorial: Plataforma Neo ISBN: 978-84-15750-23-9
Abril está obsesionada con sus sueños. Desde que se cruzó con ese desconocido en la biblioteca, él se le aparece cada vez que se queda dormida. En su mundo onírico, el chico es Víctor, un burgués de la Barcelona de 1914, y ella... Ella ni siquiera es ella misma, sino Marina, una obrera que vive en el mismo edificio que Víctor.
Mientras la historia de los dos jóvenes del pasado avanza noche tras noche, Abril lucha por mantenerse al margen de las emociones de Marina e intenta descubrir qué significan esos sueños.
Llevaba
tiempo con ganas de leer una novela juvenil completamente romántica que me
enamorase y tenía muchas esperanzas puestas en Los días que nos separan, que ha tenido críticas estupendas. El
resultado final ha sido una novela que me ha gustado mucho, sencilla, agradable, entretenida y muy
romántica, pero a la que le he encontrado varios fallos.
Abril es una universitaria
normal y corriente que, un buen día, acude a una biblioteca para sacar un
ejemplar de Peter Pan. Cuando lo va a hacer, aparece un chico que también
pretende sacar el mismo libro y que, generosamente, permite que sea Abril quien
se lleve el libro. A partir de ese día, Abril comienza a tener extraños sueños
en los que aparece ese chico en la Barcelona de 1914 y en el que,
misteriosamente, aparecerá Abril, una chica sorprendentemente parecida a ella. Abril
se verá cautivada por esos sueños, sus días girarán en torno a ellos y centrará
todos sus esfuerzos en desentrañar el misterio que rodea a Víctor y a Marina (los
protagonistas de esos sueños), pero también aquellos misterios que la incumben
a ella y a Leo, el chico de la biblioteca.
La
novela posee un ritmo ágil y directo,
y una pluma delicada y cuidada, que
junto a la capacidad para enganchar que tiene la novela, hace que se lea en muy
poco tiempo. La novela alterna el presente con el pasado, intercalando un
capítulo del presente narrado en tercera persona por Abril, con un capítulo en
pasado narrado en primera persona por Marina, y mezcla ficción y realidad,
creando una historia en la que se introducen elementos históricos reales.
La
novela tiene para mí dos protagonistas: Abril
y Marina. Los chicos, Leo y Víctor, también tienen su importancia, no
podría ser de otra manera, pero son ellas las que cargan con el peso de la
historia y a las que he sentido más cercanas. Abril es una chica bastante
normal, va a clase y se encarga de cuidar de su hermano pequeño más de lo que
le correspondería, pero es que la situación en su casa no es todo lo buena que
le gustaría. Destaca por su tenacidad, su carácter y su capacidad de
sacrificio. Quien más me ha gustado ha sido Marina, una joven de 1914 que tiene
que trabajar para dar de comer a sus hermanos, que sabe que su mundo se verá
reducido a eso, a trabajar y a cuidar de su familia. Me ha gustado su fuerza de voluntad, lo directa e irreverente que puede llegar a ser y el profundo amor que siente hacia parte de su familia A Leo le he sentido un
poco ajeno ─es el que menos aparece─ y Víctor me ha desconcertado bastante,
algunos detalles suyos me han gustado mucho, pero otros no tanto.
El presente, es decir, la vida de Abril y su relación
con Leo, me ha parecido una excusa para hablar del pasado, de la
historia entre Víctor y Marina, que es la que más desarrollada está y la que
más chicha tiene. Creo que en ambas
historias están bien planteados los sentimientos y el nacimiento del romance,
algo fundamental en una novela de estas características.
Me ha gustado también la naturalidad con la que
Laia
introduce una pareja homosexual tan alejada de clichés y a la que se trata con
mucha normalidad, la importancia que le da a la amistad y a la lealtad y el
mensaje que lanza: lucha por tus sueños.
Ahora
bien, también he encontrado cosas que no me han gustado: algunos de los
personajes secundarios me han resultado demasiado estereotipados, en cierto momento el
ritmo de la historia decae un poco porque parece que no ocurre nada y se dan bastantes
rodeos que permiten entrever que a la historia le sobran algunas páginas,
además, y en mi opinión, a la historia le falta algún giro argumental que
sorprenda al lector. No me puedo olvidar de la contextualización, que creo que
decae un poco en lo que se refiere al pasado, pero que en líneas generales me
ha parecido correcta.
Los días que nos separan es una novela juvenil sencilla, muy romántica y escrita con mimo.
Vaya, me gusta que haya una pareja homosexual, y más aún que esté rodeada de un halo de sencillez y normalidad.
ResponderEliminarUn besito y feliz jueves.
Me llama la atención esta historia y no paro de ver buenas reseñas.
ResponderEliminarBesos
Me llama mucho.
ResponderEliminarUn beso
La verdad es que tengo muchas ganas de leerlo. La próxima vez que pase por la librería, me lo llevo.
ResponderEliminarBESOTES
Ahaha, tengo muchas ganas de leer este libro :)
ResponderEliminar¡Un beso!
He leído buenas críticas de este libro y tengo muchas ganas de leerlo. Por tu reseña, es un buen libro con algunos fallos pero los aspectos que has destacado me han gustado mucho :)
ResponderEliminarUn besito♥