Reseña: El primer y último amor

El primer y último amor

Autora: Nora Roberts                   Género: R. Contemporáneo

Editorial: Plaza & Janés                Serie: 2º- Hotel Boonsboro

En la pequeña ciudad de Boonsboro, la familia Montgomery trabaja contrarreloj para convertir el histórico hotel, casi en ruinas, en un elegante hospedaje lleno de encanto.

Los preparativos para la inauguración avanzan a buen ritmo y Owen Montgomery, el más organizado de los tres hermanos, controla cada detalle del trabajo. Lo único que no podía prever eran los sentimientos que Avery MacTavish despiertaría en él.

Avery es la dueña de la pizzería de delante del hotel y está fascinada por el proceso de renovación. Se interesa por el diseño de cada rincón, y Owen está más que dispuesto a enseñarle los progresos diarios. En el colegio, Owen había sido su primer novio y desde entonces siempre ha ocupado un lugar especial en su corazón.

Sin embargo, Avery no está preparada para volver a enamorarse, y este primer amor tendrá que luchar y esforzarse mucho para reconquistarla.

El primer y último amor es el segundo libro de la trilogía Hotel Boonsboro, que nos cuenta las historias de tres hermanos (Ryder, Owen y Beckett) muy unidos, que junto a su madre, Justine, han emprendido la ambiciosa misión de restaurar un viejo hotel y convertirlo en un lugar verdaderamente especial.

Owen, el mediano de los hermanos, se encarga de todo lo relacionado con la contabilidad; es el que lleva los contratos, el que organiza la agenda… y todas estas habilidades las conserva en su vida privada. Constantemente está haciendo listas, supervisa cada cosa hasta no olvidarse de nada y le gusta tenerlo todo controlado. Y en el lado contrario está Avery MacTavish, propietaria de la pizzería del pueblo, imaginativa, emprendedora, enérgica y amiga de la infancia de Owen. Cuando eran unos críos se comprometieron ─simples juegos infantiles, ¿o no?─, pero el paso de los años les ha separado y a pesar de que nunca han perdido el contacto, nunca han ido más allá de la amistad. Las cosas entre ellos surgirán de una forma sencilla y natural, de una amistad sincera y poco complicada pasarán a una relación llena de incertidumbre y cariño, en la que ambos temen meter la pata y dejar de ser lo que siempre han sido. Avery y Owen son muy diferentes, contrarios en muchos aspectos, pero su relación ─sencilla y tierna─ funciona.

La novela continúa con la trama iniciada en el libro anterior: la restauración del Hotel Boonsboro en la que está implicada toda la familia Montgomery, que va de maravilla y está entrando su fase final. Como ya viene siendo habitual en la autora, le da mucha importancia al contexto y a las profesiones de los protagonistas. En esta ocasión se centra bastante en todo lo relacionado con la decoración del hotel, no es que abrume con datos, pero hay momentos más descriptivos que hay que tomarse con calma pues son un medio para meternos más en la historia.

De nuevo aparece Lizzi, el fantasma que habita en el hotel, y que aparece a su antojo para ayudar a los protagonistas en sus relaciones, pero también para dejarnos ver parte de su historia, sólo pequeñas pistas que los protagonistas deberán ordenar para comprender su pasado y ayudarla.

Los personajes secundarios tienen mucha importancia en la novela y es algo vital dado que la relación entre los protagonistas no tiene demasiada tensión, apenas algún tira y afloja no demasiado intenso. El romance se verá complementado por la relación familiar de los Montgomery, la vida sentimental de la madre, las amistades de Avery, el matrimonio de Clare y Beckett, la tierna relación de Ryder con su perro… La novela destila un ambiente cálido y familiar, repleto de cariño, y es que, como viene siendo habitual, Nora Roberts le da mucha importancia a la familia, al amor y a la amistad.

Creo que la novela cumple con su objetivo: entretener a base de sencillez, una prosa cuidada, una bonita historia de amor y la buena compañía de los personajes secundarios. Tengo muchas ganas de leer el próximo libro, La esperanza perfecta, la historia de Ryder, el hermano gruñón y más reacio al matrimonio, y Esperanza, la gerente del hotel.