Reseña: Magia comanche

Magia comanche

Autor: Catherine Anderson    Género: R. Histórica

Editorial: Terciopelo               Serie:  4º- Comanche

Un hechizo se tejió alrededor de su corazón… Chase Wolf, atractivo y fuerte, cuya sangre comanche lo hacía peligroso, estaba acostumbrado a conseguir lo que quería. Así que cuando vio a Franny - un ángel rubio con profundos ojos verdes, rasgos delicados y una dulce sonrisa - se dispuso a hacerla suya.

Ella tenía demasiados secretos para dejar que alguien entrara en su mundo, secretos que terminarían con la cordura de cualquier persona. Pero Chase estaba lejos de ser razonable, y a pesar de sus intentos desesperados por alejarlo, él no estaba dispuesto a dejarla destruir su futuro.

Magia comanche es, en palabras de la propia autora, un “viaje de esperanza, comprensión, redención y amor verdadero, un amor milagroso capaz de resistir a todo”. Catherine Anderson tiene el don de escribir historias maravillosas y profundamente románticas, historias que nunca dejan indiferente al lector. De nuevo, me encuentro con la delicada pluma de la autora, que cuida con mimo cada uno de los párrafos de la historia, que presenta personajes bien construidos y sin clichés y que envuelve al lector en una trama profunda y absorbente.

Franny tiene un trabajo que ninguna mujer escogería voluntariamente para sí: las circunstancias la han llevado a trabajar como prostituta en la taberna de Tierra de Lobos. Cada noche se entrega a diferentes hombres y en cada uno de esos encuentros pierde un poco más el poco amor que siente por sí misma. La vida no se lo ha puesto fácil, en el siglo XIX una mujer sola no tenía posibilidades para ganarse la vida de una forma decente, ¿qué otro camino le quedaba? Catherine Anderson narra con realismo y dureza la difícil situación a la que muchas mujeres se veían abocadas; muestra también como la sociedad, hipócrita, hacía de estas mujeres unas parias sociales, tanto, que permanecían escondidas, siendo conscientes de que para ellas nunca había otra oportunidad, otra vida. Franny nos transmite todos estos sentimientos: la vergüenza por lo que está haciendo, el dolor por haber perdido la posibilidad de tener una vida normal, la falta de autoestima, el miedo a ser herida, a tener esperanzas… Sí, es una novela dura, pero igualmente hermosa.

Franny es para mí toda una heroína, eso sí, atípica. Es una mujer sensible, frágil, inocente y buena, pero no débil. A pesar de todas sus desgracias, se mantiene fuerte y se comporta con valentía. Es imposible no cogerle cariño desde la primera página, comprenderla e intentar protegerla. Es un personaje que el lector debe descubrir y al que debe entender.

Chase, el protagonista masculino, también me ha conquistado. De él sabemos que es un hombre que con dieciocho años dejó su hogar para amasar una fortuna que le permitiese lograr sus sueños: ser un hombre rico, poderoso y respetado, y tener su propio negocio. El tiempo que ha estado fuera le ha cambiado, ya no es el joven que dejó Tierra de Lobos, sus prioridades y creencias son otras y las enseñanzas de su padre, Cazador, un comanche, parecen haberse perdido por el camino. Su estancia en Tierra de Lobos le conectará con sus raíces y le hará replantearse su futuro. Al igual que Franny, es un protagonista solido, bien construido y alejado de tópicos. No es un hombre perfecto ni un príncipe azul, es un hombre, cínico, desconfiado y testarudo, que deberá decidir qué quiere hacer con su vida, y que, desde el momento en el que lo haga, se nos revelará como un hombre tierno, generoso, comprensivo, paciente y sabio. En una época en la que un hombre podía hacer con una mujer lo que quisiera, él se comporta con Franny de una forma exquisita y muestra una sensibilidad y empatía hacia ella que conectan al lector con el personaje. 

Sin duda, uno de los mayores aciertos de la historia son sus sus personajes. Pero no solo los protagonistas, también los secundarios. Todos son especiales y diferentes y tienen algo que contarnos. No puedo olvidarme de Cazador, el protagonista del primer libro de la serie, un hombre profundamente bueno, con una cultura rica y diferente y, podría decirse, el padre perfecto. Sus momentos con Chase son una de las partes más interesantes de esta historia, la bondad y la sabiduría que derrocha no tienen precio.

Catherine Anderson se toma su tiempo para desarrollar la historia, no se precipita, sino que deja que la historia, los diferentes momentos y los diálogos maduren y vayan tomando cuerpo. Lo que prima son los sentimientos, no la acción, hecho que queda reflejado en los diálogos y en las reflexiones de los personajes. Al leer una historia como esta, no puedo dejar de compararla con otras que salen al mercado hoy en día y que, lamentablemente, distan mucho de alcanzar la calidad de las novelas de Catherine Anderson, que no se preocupa por llegar cuanto antes al resultado (cierre de los diferentes problemas), sino que se interesa por las situaciones y los pasos que los protagonistas siguen para sortear los obstáculos a los que se enfrentan.

El romance entre Chase y Franny se desarrolla con calma, de una forma dulce, pero no exenta de obstáculos. En cada paso del camino el lector sabe como se siente ambos personajes porque la autora les desnuda por completo.

Magia comanche cierra la serie Comanche, formada por cuatro libros: Luna comanche, Corazón comanche y Amor Comanche. Me da mucha pena que esta fantástica serie haya terminado. Son libros tan buenos y tan diferentes que los he releído más de una vez y estoy segura de que, en el futuro, lo haré en más ocasiones. Catherine Anderson no decepciona y esta serie es una auténtica joya que recomiendo a todo el mundo.

Magia comanche es una historia al más puro estilo Catherine Anderson: intensa, emotiva, dura y tierna. Sus personajes y su historia de amor brillan por su originalidad y profundidad y la autora vuelve a demostrar porqué es una de las mejores autoras del género.