Reseña: El coraje de Miss Redfield

El coraje de Miss Redfield

Autor: Ana R. Cañil    Género: Narrativa

Editorial: Espasa         ISBN: 978-84-670-0882-1

Una fría mañana de enero de 1962 llega a la casa de doña Lily, duquesa de Peñalara y uno de los puntales de la sociedad madrileña, Elsa Redfield, una joven inglesa que ha sido contratada como nanny para el más pequeño de los nietos de la aristócrata. 

La señorita Redfield, austera, competente y capaz, acude a Madrid con una misión: encontrarse con su antigua amiga y mentora, miss Hibbs, nanny de los nietos de Franco, a la que trae un mensaje y un anillo de incalculable valor. Elsa tendrá que poner a prueba su prudencia, pues, a su pesar, se verá involucrada en los asuntos de los Peñalara, una familia que, bajo su deslumbrante apariencia, esconde terribles heridas que, sin saberlo, la joven e inexperta niñera está a punto de sacar a la luz con consecuencias insospechadas.

El coraje de Miss Redfield ha sido una sorpresa, un libro que poco a poco me ha atrapado y que ha conseguido sorprenderme. Ana R. Cañil conduce la historia con muy buena mano, mima las palabras, ofrece detalladas descripciones, presenta personajes sólidos, complejos y bien construidos y crea una trama, mezcla de ficción y realidad, caracterizada por la intriga y el valor histórico.

Es imposible hablar de esta novela sin hacer referencia al contexto histórico en el que se enmarca. La España de 1962 está subyugada a la dictadura franquista, reina la incertidumbre en torno a quien será el sucesor de dictador, comunistas y monárquicos se revuelven y son castigados, y el príncipe Juan Carlos contrae matrimonio con una joven griega, Sofía. Pero España no es el único país herido, Europa se intenta recuperar de la Segunda Guerra Mundial y esto se ve reflejado en la historia. Es admirable la labor de documentación que Ana R. Cañil ha tenido que realizar para escribir una novela como esta, en la que el contexto es tan interesante como la trama. También es reseñable que todos los datos históricos se hayan introducido de forma fluida y natural, no se sobrecarga al lector con ellos, sino que se dan las pinceladas justas para crear una imagen muy clara del que momento viven los personajes.

Elsa Redfield encarna la disciplina, el control de las emociones y la serenidad. Ha sido formada Norland College como nanny y su tarea consiste en hacer de segunda madre de los hijos de familias más poderosas de Europa. Después de haber trabajado en Alemania y en París, Elsa acaba en España como nanny del pequeño Jaime, heredero de la familia Peñalara. La vida en España no es como ella ha imaginado; nuestro país, retrasado con respecto a otros países europeos, intenta superar aún los destrozos y las heridas que la Guerra Civil causó. La cultura española y sus ciudadanos, ruidosos, con dudosos gustos culinarios y una excesiva tendencia a tocar, provocan el rechazo inicial de la inglesa. Este choque entre la cultura española y la inglesa tendrá su importancia en la primera parte de la historia y lo examinaremos a través de la sorprendida y crítica mirada de Elsa.

Elsa optó por el silencio. ¿Qué sabían aquellos dos hombres cómo se tomaba la vida?, pensó irritada. Ella había sido educada en la contención. No recordaba cómo ni en qué momento exacto había aprendido de sus mayores el valor del silencio, de las palabras a medias, de las miradas profundas.

Además de la parte histórica y de intriga, muy bien trabajada, la historia cuenta con su dosis de romance. He disfrutado mucho con esta última parte, me ha encantado ese romanticismo puro, que sale desde el corazón y le llega al lector. No son muchos los momentos, pero a través de miradas, de roces y de retales de conversaciones, me he prendado del conde, el hombre que pretende a Elsa.

Elsa es un personaje que me ha provocado en mi diversas emociones. Al principio es difícil acercarse a ella, su rechazo inicial hacia los españoles (a los que parece mirar por encima del hombro) y su excesiva rigidez dificultan que el lector sienta empatía por ella. Con el paso de las páginas, Elsa comienza a cambiar, se vuelve más cercana, más humana y comenzará en ella una lucha interna entre Elsi, la niña y joven que deja volar su imaginación y se permite pensar en que las cosas pueden ser distintas, y Miss Redfield, la disciplinada nanny que tiene un trabajo que cumplir y que no se puede permitir un solo momento de descanso. Elsa ha pasado por mucho, el dolor, la pérdida y el miedo la han convertido en una mujer fuerte y decidida, en una mujer que hasta llegar a España tenía bastante claro cómo iba a transcurrir su vida. He de decir que me ha sorprendido en dos momentos: primero, cuando Elsi toma el mando y, segundo, en el final, cuando me decepciona, se vuelve egoísta y débil, y me desconcierta.

Son muchos los personajes que destacan en la novela. El conde, un buen hombre, con fuertes ideales políticos y un corazón que no le cabe en el pecho. Me quedo con su sinceridad, su pasión, su posesividad y sus ganas de desdramatizar. Tampoco me puedo olvidar de doña Lily, la duquesa de Peñalara, una mujer con mucha fuerza, valiente y educada. El pequeño Jaime también me ha gustado, su presencia, en un segundo plano, le da cierta ternura a la historia. Podría nombre a Miss Hibbs, la nanny de los nietos de Franco, a Basi, la cocinera de la duquesa, a Eugenia, una de las doncellas de la casa… Todos los personajes tienen su papel en la historia y la hacen mucho más rica.

El coraje de Miss Redfield es una novela cuidada y muy bien escrita, que aborda la realidad española de los años sesenta desde una perspectiva desconocida hasta ahora: la de la nannies, esas mujeres que se introducen en la vida de las aristócratas familias españolas y ejercen como madres de esos niños. Historia, amor, luchas personales e intriga son los principales ingredientes de esta historia.