Reseña: Tú eres mi amor

09 abril 2012


Tú eres mi amor
Autora: Judith McNaught
Editorial: Random House Mondadori, Cisne
ISBN: 9788499894164
Género: Histórico
Serie: 2º- Westmoreland
Sinopsis:

El apasionante relato de un amor perfecto

La mirada oscura y lánguida de Clayton Westmoreland, duque de Claymore, acaba de descubrir el cambio que su viaje por Europa ha producido en el cuerpo y las maneras de Whitney Stone, ahora convertida en una mujer espectacularmente sensual. Tras su triunfo social en París, ha regresado a Inglaterra para conquistar el corazón de Paul, su amor de la infancia...

Pero su padre, completamente arruinado, la ha comprometido con el atractivo y arrogante duque. Enfurecida, Whitney desafía a su prometido. Pero incluso cuando la fogosa pasión del duque la seduce y la llena de una tormenta de deseo, Whitney no puede ni quiere renunciar a su sueño de un amor perfecto.

Tú eres mi amor es una joya. Es una de esas historias de amor con aroma a antiguo, una historia bien hecha, compleja, llena de matices y muy bien construida. Hay historias que te entretienen, que te gustan, que te enganchan… esta lo tiene todo pero con más intensidad. Si hay una palabra que defina bien a este libro es intensidad; la autora sabe mantener al lector pegado al libro, crea unos personajes complejos que llegan al corazón del lector. La novela fue escrita en 1978 y publicada por primera vez en 1985, esto nos puede dar una idea del estilo que tiene, y de lo que se aleja de lo que actualmente se está publicando en el género, que últimamente me está sorprendiendo muy poco.

Whitney tiene quince años y está completamente enamorada de Paul, un vecino mayor que ella que solo la ve como una cría y que al igual que el resto del pueblo se ríe de ella por todas las tonterías y locuras que hace. Whitney está dispuesta a hacer lo que sea para atraer a Paul, no entiende que está haciendo el ridículo al subirse al lomo de un caballo descalza y vestida de hombre para hacer equilibrismo, o que no puede perseguir a Paul durante sus salidas, ni vigilarle cuando queda con alguna dama para pasear…  El padre de Whitney, harto de los bochornos que su hija le provoca, la manda a Francia con sus tíos, con la esperanza de que la puedan domar y convertir en su señorita. Whitney florecerá en París, recibirá propuestas de matrimonio de grandes personajes, contará con un amplio número de seguidores… en definitiva, será la reina de París. Pero todo ello solo es la antesala a sus sueños: volver a Inglaterra y conquistar a Paul. Años después, cuando ha cumplido los veinte, su padre la manda de regreso a casa, aparentemente porque cree que es hora de que regrese pero la verdad es que está arruinado y ha acordado su matrimonio con Clayton Westmoreland, duque de Claymore. Ambos hombres mantendrán el compromiso en secreto pues saben que Whitney no lo aceptará, siempre que alguien la ordena algo ella hace lo contrario. Clayton está decidido a conquistar a Whitney pero dada su fama de libertino, de la que Whitney es conocedora, usará un nombre falso y se trasladará a una casa cercana a la de ella. Los planes del duque no irán tal y como él había pensado: Whitney no lo soporta, lo odiará desde el primer instante.

Whitney ha sido una niña rebelde, en gran parte por la censura que siempre ha recibido de su padre, que nunca la ha mostrado su amor ni el menor resquicio de aprobación. Decidida a desafiar a su padre, ha hecho siempre lo contrario a lo que le pedía, recibiendo grandes reprimendas como recompensa. Huérfana de madre, Whitney nunca ha sentido el amor de su familia y en realidad no es más que una joven que desea ser amada y apreciada, en lugar de ser un bulto más y la persona de la que todo el mundo se ríe. Focaliza todos sus deseos en Paul, al que idealiza y convierte en su máxima aspiración, pasando por alto todos sus defectos. A pesar de que bajo el ala de su tía ha logrado brillar en la sociedad parisina, sigue siendo ese alma libre, natural, vivaz que desea amar y ser amada.Es una protagonista fuerte, decidida e independiente pero tiene unos berrinches que de vez en cuando me sacan de quicio.

Clayton, famoso tanto por su dinero como por sus sonadas conquistas, ha decidido casarse con Whitney, que sin saberlo ha logrado encandilarlo. Hay que reconocer la paciencia de santo que ha tenido con ella, por momentos me ha parecido sobrenatural. Arrogante y mandón, cederá a las rabietas y caprichos de Whitney pero solo hasta el límite de lo que considera aceptable. Me parece perfecto para ella, sabe contenerla y no se deja amilanar por su fuerte carácter.

La historia entre Whitney y Clayton es una constante lucha, una guerra de voluntades y de pasiones. Ambos son cabezotas y orgullosos y los problemas de comunicación entre ellos serán la causa de todos sus problemas, que serán muchos. La relación entre ellos se va cociendo a fuego lento, construida con mimo, cuidado y paciencia de modo que el lector es consciente de cómo los sentimientos entre ellos van aflorando. Judith McNaught ha cuidado la relación entre los protagonistas de una forma que hace tiempo que no encontraba, da gusto encontrarse con una autora que deja que sus personajes cobren vida propia.

La historia es distinta en los tiempos, en la forma en la que se producen los acontecimientos. La autora se detienen en las descripciones, deja que los personajes se expliquen, actúen… no apresura las cosas ni tienen prisa por poner el “fin”. No se mantiene el orden habitual de los acontecimientos, no se acelera nada y eso te permite saborear cada momento.

Otro de los puntos fuertes de la novela ha sido la capacidad de la autora para hilar todo lo que va ocurriendo en el transcurso de la misma. Elementos, palabras… que aparecen en la página cien vuelven a aparecer más adelante y tienen importancia para la trama. Genial esa parte. Son muchos los autores que mente elementos por rellenar pero luego no saben qué hacer con ello.

A pesar de que me ha encantado, la novela tiene algunos aspectos flojos o que no me han gustado:

  • Paul, el amor de la infancia de Whitney, está presente en la historia, a través de los recuerdos de ella, durante una buena parte de la historia pero , finalmente, cuando Paul deja de ser una opción y pasa a ser pasado, desaparece por completo de la historia de una forma precipitada.
  • Cuando Whitney sobrepasa el límite de la paciencia de Clayton este se transforma en un ser iracundo, que da miedo por sus arranques. La rabia le nubla, juzga, condena, critica y después pregunta.
  • Al final se introduce la historia de Stephen, el hermano de Clayton, que no tiene mucho sentido en el libro ni está lo suficientemente explicada, robándole protagonismo a la pareja. Ha sido un gran fallo desinflar el final de una historia tan buena de esta manera.

Se lleva la puntuación completa aunque en realidad no llega al cinco pero está por encima del cuatro y medio (esos puntos débiles que acabo de citar son la causa). 


Setecientas veinte páginas de emoción, amor, tensión, luchas, deseos y atracción. Una historia de las de antes, bien narrada y cuidada al detalle. Una maravilla para los sentidos. Una joya que tenéis que leer sí o sí.
Amor, amor y amor. 
Amor del bueno, del que cuesta, por el que se sufre pero que cuando                         se consigue es perfecto. Eso es lo que nos presenta Judith McNaught.

5 comentarios :

  1. Me ha gustado mucho la reseña, me han entrado muchas ganas de leerlo!!!

    La verdad es que leyendo tu reseña, pensé que igual acababa con Paul...pero ya veo que no!!

    Un besazo.

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  2. Yo no soy demasiado de este tipo de novela, aunque hay que reconocer que tu reseña da ganas de leerlo. Lo tendré en cuenta. Besos!

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  3. Pues me lo apunto, que me has dejado con los dientes más largos de como los tenía hace un momento :-)
    Pero la portada no me gusta, parece que el hombre la fuera a violar o algo parecido...jaja¡que cara!
    ¡Muy buena la reseña!
    1 besote

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  4. Me encanta este tipo de libros, gracias por la reseña.
    Besitos.

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  5. Creo que voy a ser la opinión disidente jajaja, no me ha gustado nada esta novela. Clayton me parece un personaje prepotente y odioso, sólo por esto ya no me ha merecido la pena la lectura de la novela.
    En cuanto a Whitney, tampoco ha acabado de gustarme.
    Sinceramente no la recomendaria, aunque la autora me guste mucho no puedo con Clayton

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