Reseña: Ciudad de fuego

Ciudad de fuego

Autora: Robert Ellis                 Género: Suspense

ISBN: 9788490325216           Editorial: Pamiés (La Huella)

El hermano de Lena Gamble, un conocido músico de rock, fue asesinado años atrás en un oscuro callejón de Hollywood. Un crimen sin resolver del que ella nunca se ha recuperado.

Ahora Lena es detective de la policía de Los Ángeles y apenas lleva un mes en la elitista División de Homicidios. Le asignan el caso de Nikki Brant, una joven que ha sido brutalmente asesinada en su casa. Todas las pistas apuntan al marido y a una rápida resolución del crimen, pero desafortunadamente resulta ser sólo la primera víctima de un psicópata al que la prensa apodará Romeo.

A medida que la investigación avanza y un incendio descontrolado cubre la ciudad con una inmensa nube de humo ácido, el caso se va complicando; la muerte de Nikki Brant saca a la luz nuevas pruebas de antiguos casos cerrados y una sombra de conspiración se cierne sobre Lena. Así descubre que sólo hay una verdad en Los Ángeles: cuanto más profundo escarbas, más oscuro se vuelve todo.

En Ciudad de fuego, Robert Ellis, el autor, logra que desde el primer momento el lector se vea irremediablemente sumergido en la historia, lo que es un punto a favor. Te sitúa en el centro de la trama, pasar por alto las introducciones y logra captar toda tu atención. Esta una novela policíaca destaca por lo directa que es, está muy centrada en los hechos, se tratan con un cuidado exquisito los detalles, resulta bastante descriptiva y ágil y refleja, al menos así lo percibo yo, de una forma muy acertada, lógica y realista los operativos policiales. El autor juega con el lector, algo que se presupone del género pero que no siempre se consigue, y logra mantenerte interesado y en tensión hasta la última página.

Lena Gamble, una policía de homicidios, se enfrenta por primera vez como jefa de equipo a una investigación de tintes bastante siniestros: una mujer ha sido asesinada después de haber sido violada en su propio domicilio. Lo que en principio parecía un crimen aislado, pronto se convierte en una actuación en serie, aparecen más muertos, todos ellos con la firma del asesino en su piel y en lugar del crimen. ¿Quién es el asesino? ¿cómo escoge a sus víctimas? ¿cuándo volverá a atacar? ¿cómo detenerle?

Al frente de la novela nos encontramos con Lena, una mujer fuerte, intuitiva, rigurosa, trabajadora y muy detallista; perfecta en su trabajo, pero con grandes agujeros negros en todo lo que va más allá de su empleo. Traumatizada por la muerte de su querido hermano, aún no ha logrado superar que su caso no se resolviera y sigue sin afrontar la pérdida. Me ha gustado como protagonista, cumple bien con su papel (lo mismo que el resto de personajes), y en su papel de policía está brillante. El autor ha mezclado con gran acierto la parte policial, que se lleva todo el protagonismo, con pequeños retazos de la vida de Lena. Ha sabido encontrar entre ambas un buen equilibrio, el lector mantiene las distancias con Lena, porque es una mujer fría y distante, pero no es completamente ajeno a ella.

La identidad del asesino será un misterio hasta cierto punto. Llegados a cierto punto el autor nos le presenta y le incluye en la narración, con varios capítulos desde su punto de vista. De forma que lo verdaderamente interesante no es descubrir quién es sino saber cuándo, cómo y contra quien va a volver a actuar, cómo funcionamiento de su retorcida mente y ver qué es lo que subyace a su violencia. Es decir, que aquí la trama se divide y mientras que el lector sigue los avances policiales de Lena, paralelamente conoce qué es lo que está haciendo el asesino.

El autor tiene un estilo sencillo, pero cuida mucho los detalles. Explica con pormenores los procedimientos policiales y desarrolla las hipótesis que se plantean los agentes. Emplea capítulos cortos que cambian de acción y escenarios, y que logran darle agilidad a la historia. Además, logra sorprenderte con el final, le da una buena de tuerca a los acontecimientos y redondea la trama.