Lugares que no aparecen en los mapas
Autora: Berta Noy Género: Narrativa
Editorial: TH Novela ISBN: 978-84-9998-227-4
En el funeral de su amante, Claudia recuerda cómo conoció a Eliott veinte años atrás, siendo ella una adolescente. A pesar de la diferencia de edad que los separaba, Claudia y Eliott se vieron arrastrados por una pasión tan intensa como destructiva.
Cuando dos décadas después se reencuentran por casualidad, Claudia vive una existencia feliz con otro hombre. Pero se pregunta si podrá deshacerse de la huella que le ha dejado el primer amor. ¿Solo se ama de verdad una vez?
Toda una vida en menos de trescientas
páginas. Eso encontramos en Lugares
que no aparecen en los mapas, una novela intensa, pasional y real.
Una buena mañana, Claudia se entera,
mientras toma un café y revisa el periódico del día, de que su amante, el
hombre que ha amado durante veinte años, ha fallecido. ¿Cómo
enfrentar el dolor, la pena, la ausencia, la impotencia? Ella decide hacer
memoria, recordar cómo ha sido su vida desde el momento que lo cambió todo, el
día que conoció a Elliot, su primer amor. En su narración, Claudia nos revela
sus secretos, sus temores, sus amores, sus errores, sus momentos más felices,
sus dramas… provocando un amplio abanico
de emociones en el lector.
La novela trata muchos temas: la familia, la amistad, el amor, la incertidumbre a la que toca enfrentarse
en determinados momentos de la vida, los fuertes ideales de la adolescencia y los cambios
que se experimentan con el paso de los años. Todo ello tomando como eje la vida
de Claudia y sus creencias y vivencias amorosas, contando con las valiosas
aportaciones de los personajes secundarios, entre las que destacan las mejores
amigas de la protagonista, que encarnan otro tipo de mujeres, con diferentes
ideales e ilusiones.
Claudia me ha hecho sentir, me ha emocionado, me ha metido de lleno en su
historia e, incluso, me ha hecho llorar. No siempre he estado de acuerdo
con sus decisiones, tampoco me han gustado algunas de sus ideas, pero me han
parecidos coherentes con el retrato que se hace del personaje. La clara visión que
tiene de su vida y lo segura que está de su vida es la clave del personaje. La
narración, en primera persona, está cargada de emoción y se detiene en aquellos
momentos que permiten que conozcamos a la protagonista, algo no tan fácil si
tenemos en cuenta que la narración abarca más de veinte años.
Nuestra memoria es pura ilusión, y el pasado es un país donde somos extranjeros. Qué vértigo, porque de hecho el presente se nos escapa, se nos escurre entre los dedos como la arena fina de una playa, y el pasado es lo único que pensamos que tenemos. Vivimos de alquiler dentro de nuestra propia casa.
La novela cuenta con un buen número de personajes
secundarios, todos ellos con algo que aportar: las estupendas mejores amigas, la
familia (especialmente el padre), los personajes que puntalmente está en la vida
de la protagonista —y que suelen ser hombres— y, por supuesto, Elliot, el
amante, a quien no llegamos a conocer del todo, salvo por lo que Claudia nos va
haciendo saber.
La novela presenta una visión del amor bastante realista, desprovista de ideales. Se tiende a presentar una visión dulce del
primer amor en las novelas, como si fuera una experiencia buena y placentera
para todo el mundo. Aquí encontraremos un amor
explosivo, obsesivo, que abrasa, repleto de dolor, que tiene que afrontar
demasiados obstáculos, un amor que sobrevive al tiempo, que pasa por años de
separación, de olvido, incluso. No es un amor dulce, es una historia que no ha
tenido la oportunidad de ser al completo y en libertad, siempre sujeta a otras
obligaciones.
Me he gustado que Claudia haya sabido
sacarme de mi zona de confort, que no me haya hecho sentir incómoda con la infinidad
de grises que decoran su vida, que
haya conseguido que olvide la diferencia de edad, que me haya hablado con tanta
naturalidad de los diferentes tipos de
amor (¿se puede querer a dos personas a la vez con amores diferentes?) y que
me haya transmitido su temor a herir a las personas a las que quiere aunque eso
signifique no cumplir sus deseos.
Lugares que no
aparecen en los mapas
tiene un estilo ágil, casi poético y cuidado, contiene una historia que engancha y
promueve la reflexión sobre el amor, la familia y la vida en general.
Ains, pues me llama la atención, ¿ha salido hace poco? porque apenas he leído reseñas, pero me han entrado muchísimas ganas de darle una oportunidad tras ver tu opinión :)
ResponderEliminarSalió a la venta el 15 de enero de este año. Para mí es un libro que merece mucho la pena :)
EliminarUn beso
Ay, a mí me encantó. Me pareció una primera novela preciosa, con una historia de amor única y, como bien dices, muy pasional. Totalmente recomendable.
ResponderEliminarUn besito y feliz miércoles.
Un libro especial. Al menos esa es la impresión que me has dado con tu reseña ^^
ResponderEliminarUn beso
Lo tengo en mis manos, pero no me animaba por miedo a llorarme ¡tooooooodo! Gracias por la reseña!
ResponderEliminarLa primera vez que escucho hablar de este libro. No es él tipo de libro que suelo leer, soy más de romántica pura, pero de vez en cuando estos libros me apetecen mucho.
ResponderEliminarGracias por la reseña
No se... a mi estas historias tan románticas... me cuestan
ResponderEliminaraunque reconozco que el título es precioso
Besos
Estoy deseando hacerme con ella! Estoy pendiente del resultado de algún sorteo en el que participo pero si no soy afortunada me lanzaré a por él si o si!
ResponderEliminarGracias por tu reseña!
Besos
No la conocía, gracias por la reseña, me lo apunto :)
ResponderEliminarbesos :*
Creo que lo que voy sacando de las reseñas es que es un libro a tener muy en cuenta.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la historia, aunque he sufrido con ella tambièn, no entiendo el por qué necesitó Elliot tanto tiempo para decidirse, cuando Claudia lo tuvo tan claro siempre, y como después de haber formado su familia, de encontrar a un hombre que la quería y la amaba y ella a él, volvió a esa relación tan estresante y obsesiva, que sí que el amor no se controla, pero para mi el amor de Claudia hacia Elliot siempre fue mayor, ella tenía más que perder y aun así su amor fue más puro e incondicional e incluso enfermizo diría yo, porque parece que lo que se nos resiste nos hace ser más insistentes. Una historia dura, con la que he sentido mucho. Muy buen libro, de lectura ágil y amena.
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