Reseña: Pasión indiana

12 noviembre 2011


Título: Pasión indiana
Autor: Gabriela Alexander
Género: Histórico
Editorial: Random House Mondadori- Cisne
ISBN: 9788499082202
Sinopsis:
Una pasión indiana en el corazón de la Cuba del siglo XIX.
Cuando la joven Sarah O’Brien deja el convento neoyorquino donde estaba de novicia y pone rumbo a La Habana, lo único que espera es que el destino le sonría al fin y reanime su vida de huérfana. En Cuba deberá cuidar a la esposa enferma del dueño de una plantación de caña de azúcar, pero los parajes tropicales le concederán algunos deseos que jamás ha pedido…
Al llegar, su nuevo patrón, Alejandro, le comunica que su esposa acaba de morir, pero se ofrece a acogerla hasta que encuentre un nuevo empleo. Entre ambos se destapa una atracción salvaje, solamente comparable al rechazo que provocan en Sarah los oscuros misterios que rodean al galán. Al parecer, sobre Alejandro pesa una maldición en la que influyen, por una parte, los rituales mágicos de los yoruba que trabajan para él; por otra parte, está su turbio pasado, regado en alcohol, juego, mujeres y sangre.








Sarah consigue un trabajo como enfermera de la esposa de un rico comerciante de caña de azúcar en Cuba. Después de un año de desdichas a manos de su tía, tras la muerte de su padre, y de una estancia de seis meses en un convento, Sarah encuentra la forma de seguir hacia delante. Pero cuando llega a la casa de Alejandro, el hombre que la ha contratado, le comunica que su esposa ya ha muerto y que sus servicios no son requeridos. Haciendo alarde de una buena educación, Alejandro se compromete a hospedarla en su casa hasta que encuentre un buen trabajo para ella en alguna familia importante de La Habana.

Sarah se siente atraída desde el primer instante por Alejandro, un hombre rudo y que a pesar de tener mucho dinero trabaja en el campo y viste de igual forma que sus esclavos. Alejandro también siente esta atracción hacia Sarah pero se opone a ella, el amor ya le ha causado demasiado dolor como para volver a caer en la misma trampa.

Alejandro vive aislado, recluido en su haciendo y sin acercarse nunca a la capital, La Habana, ni a la alta sociedad, lo que le ha convertido en un ser huraño y que en ocasiones pierde los modales. Sarah le desespera y le vuelve loco, ve el desafío en sus ojos y en sus palabras y no puede evitar sublevarse ante esa actitud. Esta demasiado acostumbrado a mandar, para algo es el señor de la plantación, y el hecho de que esa joven americana le lleve la contrario no es algo que pueda aceptar. Es cortante y arrogante aunque debajo de esa fachada se esconde un hombre dolido que sólo intenta protegerse.

Alejandro está marcado por un pasado doloroso y la figura de su difunta esposa, Violeta, se meterá en su relación con Sarah, complicándola aún más. Sarah es demasiado curiosa e investigará las verdaderas circunstancias de la muerte de Violeta, un tema vetado en la hacienda.

Me ha gustado mucho la contextualización de la historia. Nos sumergimos en la Cuba de 1850 en la que aún hay esclavos y sus personajes, salvo Sarah, no tienen problemas con esta situación. Las casas están repletas de esclavos, es una forma de demostrar la riqueza.

Sarah me gustó mucho al inicio. Era inocente pero no tonta, sabía enfrentarse a Alejandro, se adaptó bien al nuevo ambiente y no era una pusilánime que se lamentaba constantemente sus desgracias. Pero hay un momento en el que empieza a cambiar, se transforma y se vuelve débil, se deja llevar por los dictámenes de la sociedad y deja de ser esa mujer que tanto me gustaba.

Como secundarios tenemos a Gastón, el mejor amigo de Alejandro, que se enamorará de Sarah y hará todo lo posible por hacerla suya. La condesa Lydia, una mujer que Sarah conocerá durante su viaje a Cuba, ofrecerá empleo a la joven y la tomará bajo su ala, viendo en ella la hija que perdió años atrás.

Empecé el libro sin saber que esperarme de él. Las primeras páginas me atraparon y me sentí emocionada por haber dado con lo que parecía ser una muy buena historia. Pasadas las cien primeras páginas las cosas se empezaron a torcer y mi interés decayó, los personajes perdían su esencia, la trama se retorcía y alargaba demasiado…

Pasión indiana es una historia que se lee rápido, que ubica una historia romántica, aunque no muy dulce, en un país diferente a los habituales, Cuba, con un final precipitado que no me ha terminado de convencer. Eso sí, la portada es preciosa.




2 comentarios :

  1. Me lo apunto porque me llama muchísimo la ambientación en Cuba, aunque el libro no sea una maravilla
    un beso!

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  2. Llevo tiempo queriendo leerlo precisamente porque la portada es preciosa y porque se situe en un lugar diferente como Cuba.
    Ahora, si el final es precipitado no se yo...

    Un beso
    Dácil

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